Entre la sequía y las elecciones
Un Gobierno no deja de serlo por la proximidad de las urnas. Estén convocadas o no elecciones, y aunque sean inevitables las acusaciones de electoralismo, ... su responsabilidad es adoptar las medidas que estime necesarias para afrontar los problemas sin dejar que se pudran por inacción. Paliar los efectos de la sequía requiere acciones inmediatas, tanto que algunas deberían estar ya en marcha. Es incuestionable la necesidad del plan que por valor de 2.190 millones de euros anunció este jueves el Ejecutivo central. Plan que incluye ayudas directas e inversiones hidráulicas, aunque las organizaciones agrarias riojanas se sintieran decepcionadas al no verificar que, pese a tanta medida lenitiva, el seguro no cubrirá los daños de los cultivos por la falta de riego. Al mismo tiempo, el Gobierno autonómico marcaba a los municipios de la cuenca del Iregua y a los del eje del Ebro el objetivo de ahorrar el 20% del consumo de agua de boca para lo que, en el marco de sus competencias, planteaba una serie de sugerencias que no se escapan de lo que deberían ser usos cotidianos y solidarios al menor síntoma de sequía. Y apuntaba también a la urgencia de mejorar las infraestructuras de los regadíos para evitar el mal aprovechamiento de ese bien cada vez más preciado que es el agua.
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