Pobres, ricos y paganos
LA PLAZUELA PERDIDA ·
Desde que el Homo sapiens está sobre la tierra, cada individuo ha procurado dominar a los demás; primero por medio de la fuerza, después con ... el dinero y, muchas veces, con ambas cosas a la vez. Por eso, siempre ha habido ricos y pobres. Tradicionalmente, los ricos solían sojuzgar a los pobres, pero, afortunadamente, los tiempos han ido cambiando, poco a poco, y las sociedades ya no son tan injustas como lo eran en el pasado. Se va tomando conciencia de que hay que compartir, en cierta medida, lo que se produce entre todos. Y, aunque el coronavirus no haga distinciones a la hora de elegir a quién mata, sigue habiendo muchos ricos, también pobres –muchísimos más– y lo que se ha dado en llamar la clase media, ni ricos ni pobres sino todo lo contrario, o sea los paganos de casi todo; una clase media que convendría que fuese amplísima pero a la que están enflaqueciendo poco a poco. Entre todos la mataron y ella sola se murió. ¡Miedo da pensar en quién va a pagar la factura de la crisis!
Aunque sea simplificar mucho, las sociedades se organizan políticamente en grupos: los que defienden a los ricos, los que defienden a los pobres y los que defienden a la clase media. Dejando de lado consideraciones éticas o morales, no me parece mal, o tal vez sí, que cada uno defienda sus intereses. Así, veo lógico que los ricos apoyen a organizaciones políticas que defiendan al dinero, al capital; también es lógico que los pobres apoyen a los partidos que defiendan a quien no tiene nada; igualmente es normal que la clase media apoye a quien vele por los intereses de la mayoría, aunque siempre acabe pagando los platos rotos por otros. Resumiendo: el rico se organiza para intentar que Hacienda le quite lo menos posible; el pobre para que le den cuanto más mejor; los demás rezan: «virgencita, que me quede como estoy». Es cierto que se ven rarezas: algún rico que apoya las pretensiones de los pobres; pobres que defienden los intereses de los ricos –estos son bastantes más de los que parecen–; sin embargo, hay un grupito que llama poderosamente la atención, es el de aquellos que dicen defender a los pobres, pero desde una posición dirigente, como medio de ascenso social y, si es posible, llegar, ellos, a ser ricos. Sí, los hay, y algunos que conocemos han acabado en la cárcel por enriquecimiento ilícito, mientras decían defender a los que más lo necesitaban. De ellos hay que cuidarse. Supongo que la naturaleza humana tiene estas cosas. Jesucristo sólo ha habido uno, pero defender a los pobres como medio para enriquecerse lo han intentado muchos. Ya lo hizo Judas, aunque se arrepintió y se anudó la soga al cuello. Me temo que los que aparecen en estos últimos tiempos no se arrepienten tanto. Una pena.
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