Los navarros no roban

Que digo yo, exaltáis el vino con un pisado bien bonico y luego quemáis el recipiente donde se supone que lo vais a guardar... No sé si es la mejor imagen para vender vuestro producto más conocido. Pero no seré yo quien critique vuestras costumbres.

Pensaba que se acababan las fiestas y tocaba ponerse a levantar esta maravillosa región con recolección, pisado y embotellado. Pero no. Todavía queréis más. Ahora le toca a Arnedo, capital del zapato y de la equipación oficial para salir a tomar un vermut si eres vasco, celebrando unas fiestas de las que como súbdito foral no me siento nada orgulloso.

Porque los navarros no robamos. Podemos reclamar lo que es nuestro por tradición y porque alguien nos ha dicho que es así. Pero no somos ladrones. No nos dedicamos al pillaje. Y menos de santos que además van en una peana tan pequeña.

Nos gusta mucho la imaginería, eso sí. Que otra cosa no, pero entre San Fermín, San Francisco Javier, San Saturnino, la Virgen del Puy, la de Muskilda, Santa Ana y San Miguel de Aralar... y una lista infinita de santos tenemos más que suficiente como para andar viniendo a vuestras tierras a coger a unos tales Cosme y Damián.

Y eso que son patrones de Ansoain, localidad foral pegada a Pamplona. Pero está muy lejos de Andosilla, de donde van a robar las imágenes tres veces. Muy raro todo. Pero oye, que no criticaré las costumbres riojanas. Que San Fermín y San Cosme y San Damián me libren. Ya os dije que quemáis una cuba para celebrar la vendimia. Entiendo que nos llaméis ladrones a finales de septiembre. Nosotros tenemos nuestras rarezas. Pero a este lado del Ebro la cosa no está mejor.