Navarra es circular
DAME BARRO QUE SOY NAVARRO ·
Suele ser habitual en las primeras semanas del otoño el trasvase de ciudadanos jovenzuelos entre la tierra foral prometida y esta zona sur del Ebro ... que llamáis 'rioja' con la mayúscula en el artículo: La.
Con sus maletas cargadas de sueños y dinero para llenar las arcas navarras, vuestros muchachos dicen que vienen a estudiar. Y hay algún navarro que lo hace al revés. Se viene para aquí para pasar unos añetes y decir que ha estado de erasmus o algo así.
Todos transitan por esa autovía que tanto os costó terminar, la A-12. Que anda que no dio guerra el maldito puente que nos une. Que si lo construyes tú, que lo levanto yo... Al final no quedó mal. Aunque yo personalmente no entiendo la «Ñ» esa que corona vuestro lado. Porque uno no sabe si es un homenaje a la capital riojana, a la lengua castellana o una pica foral que representa a la 'N' de Navarra coronada con una virgulilla que puede simbolizar la corona del Reyno que fuimos.
Y por esta confusión, suelo evitar esa conexión algunas veces y uso la mítica salida vieja: 'La rotonda de los carteles enfrentados'. El terreno neutral más perfecto jamás creado. Ni la ONU ni la zona de tránsito de un aeropuerto.
Un navarro ama una rotonda. Porque si no lo sabéis, nuestra existencia es circular. Y al contrario de lo que escribía Jorge Manrique: «Nuestras vidas (no) son los ríos que van a dar al Mar, que es el morir» Los navarros somos un pantano de Itoiz o de Yesa. Nacemos y morimos en nuestra tierra. No seguimos Ebro abajo o Bidasoa arriba (que está en el norte y eso es para arriba y no para abajo). Nos quedamos dando vueltas en nuestro Reyno. Vueltas y vueltas. ¡Vueltas mil!
De ahí que seguramente seamos los inventores de ese elemento circulatorio que más saca de quicio a cualquiera que no sea de nuestra tierra: Un círculo de dos carriles con varias salidas para facilitar la confusión y la ostia en la chapa del vecino. Somos muy simples sí. Damos muchas vueltas también para volver al mismo sitio. Y siempre encontramos una salida. O al menos eso parece.
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