Mala poesía
LA PLAZUELA PERDIDA ·
El otro día, en un grupo de escritores de una conocida red social –se entiende que escritor es todo aquel que escribe, sea con intención ... de publicar o por simple placer–, motivado por algunos desconsiderados que calificaban de malos los poemas de algunos colegas, se suscitó el debate de si existe la mala poesía. Cuestión interesante y, a pesar de lo que pueda parecer, nada fácil de contestar. Voy a intentar hacerlo, pero antes contaré una anécdota que me relató la propia protagonista del suceso, una conocida escritora riojana y que, tal vez, haya mencionado alguna otra vez.
La autora iba a publicar su primer libro de poemas y acudió a otro poeta, más reconocido y también riojano, para que le escribiera un prólogo a su poemario. El veterano escritor hojeó el manuscrito y dijo que no escribía el prólogo, que aquello no era poesía sino sentimentalismo y que era muy malo. Supongo que la autora se llevó un buen desengaño, pero no por eso varió sus planes y continuó con la publicación. El prólogo de aquel libro lo acabó haciendo la pluripremiada escritora feminista Antonina Rodrigo. También aparecen en el libro, a modo de otro prólogo, cartas manuscritas, de alabanza al poemario, de nada menos que un Premio Princesa de Asturias de las Letras, el poeta gallego Carlos Bousoño, del no menos famoso y premiado Antonio Gala, y del Premio Nacional de las Letras Leopoldo de Luis. Como curiosidad diré que, solo en La Rioja, se vendieron dos mil ejemplares de aquel libro, lo cual supone todo un récord para la poesía riojana. La autora continuó escribiendo y publicando y es buena escritora y amiga.
Ahora voy a responder a la pregunta de si existe la mala poesía. Técnicamente sí, pues puede considerarse así a aquella que utiliza torpemente las palabras o presenta una descabellada rima de repentizante, pero yo jamás diría a nadie que escribe mala poesía, porque siempre habrá alguien a quien interese precisamente esa poesía. Es más: cuanto más perfecta sea, técnicamente, la poesía, con toda probabilidad interesará a menos personas, salvo en el caso de los poetas excelsos, que todos sabemos que son cuatro genios. Después está esa segunda fila en la que están casi todos los poetas que escriben con cierto oficio.
Es cierto que el sentimentalismo poético tiene mala prensa y suele ser tachado de «bodrio», pero tiene muchos seguidores que merecen un respeto, aunque no alcance nunca un Premio Nacional de Poesía, que debe ser para una escritura más formal y cuidadosa con la palabra, aunque en los tiempos que corren yo no lo diría muy alto. La poesía, como el arte en general, es emoción y cualquier poema, que emocione a alguien, tiene su sitio. Aunque sea «malo». Lo cual, como corrobora la anécdota contada, es muy relativo. Afortunadamente.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión