MAGIA
Anecdotario ·
Había un papel sujeto en la luna delantera, y pensé que era otra multa por aparcar mal. Como la Calle de la Vía y toda ... su zona aledaña es un territorio misterioso en el que hasta las patrullas locales dudan sobre a quién multar, yo no quería creerlo; estaba casi seguro de que había aparcado bien. Me fui acercando con los ojos entornados, afinando la mirada miope, y al llegar vi que era una cuartilla pequeña, una hojita diferente a las sanciones de trafico. 'SEÑOR BARRO. VIDENTE AFRICANO', ponía en letras grandes y negras, brillantes como campanas. Lo leí de arriba abajo, entre curioso y alucinado, porque el Señor Barro me ofrecía su alta experiencia en todos los campos: el amor, la salud, la familia, o el trabajo: «Limpia el mal de ojo, hechizos, sustos, malos espíritus y accidentes de la vida». Como soy un lector de cualquier cosa me fui fijando en el léxico, en la construcción de los párrafos y en la ortografía. Era todo más que aceptable y sólo tenía una falta, había una tilde en 'ti', una raya como una estrella fugaz sobre un árbol, uno de esos errores que se nos puede escapar a cualquiera. Ahí estaba yo, feliz por no tener una multa y leyendo la hojita del Señor Barro, que terminaba su discurso en mayúsculas y sobre un número de teléfono diciendo: «SU TRABAJO ES SERIO». Imposible dudarlo.
Yo me imaginaba al Señor Barro negro y gigante, como un Barry White de lo paranormal con uno de esos turbantes que llevan las médiums y algún broche enigmático parecido a los dibujos que también había en el papel, algún escorpión o una estrella de David. Me vino a la cabeza 'Magia a la Luz de la Luna', una película con videntes y misterios en la que Woody Allen deja otra de sus frases memorables: «¿Sabes?, no sé a quién aborrezco más. A aquellos que usan simples trucos para engañar a los inocentes, o a los inocentes que se merecen lo que tienen por estúpidos». Miré el papel del Señor Barro y recordé lo que escribió Kapuscinski del rey persa Jerjes, que se llevaba a los adivinos a la guerra: «Sus hombres tienden nuevos puentes sobre el Helesponto y los magos declaran que todas las señales auguran un futuro propicio». Jerjes perdió en las Termópilas y acabó escapando a Susa, donde años después murió asesinado.
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