¿Imposible?

Sin embargo, el deporte ya ha demostrado que imposibles hay pocos. ¿Quién iba a pensar que un club de Segunda B iba a echar de la Copa del Rey al Real Madrid o al Atlético? Pues sucedió. Y no hace mucho. ¿Quién hubiera apostado por el Santa Teresa en su enfrentamiento de hace unos días contra el Atleti femenino? Seguramente nadie y las de Badajoz ganaron, para desgracia de las de Javier Moncayo, ya que las extremeñas son rivales por la permanencia.

Las sorpresas en el fútbol femenino escasean, pero muy de vez en cuando se dan. Y el EDF sabe convertir lo impensable en certezas. No en vano, si hace un lustro alguien hubiese dicho que una entidad riojana iba a estar codeándose con las mejores del balompié femenino, muchos hubieran respondido con un rotundo 'imposible'. Se ha demostrado que no lo era. Y ya van tres cursos en la élite.

Y si hubiéramos planteado hace poco más de un año que ese mismo bloque iba a llegar a la final de la Copa en vez de otros como el Atlético, el Athletic de Bilbao, la Real Sociedad o el Levante, muy pocos lo hubieran visto factible.

Pues bien, ese equipo, el EDF Logroño, ha logrado convertir esos retos, a priori, imposibles en realidades y, de esa manera, las riojanas van a disfrutar hoy de una cita reservada solo para unas pocas.

Que el EDF protagonice la final ya es un éxito mayúsculo, pero... ¿Y si sucede? ¿Y si las de Moncayo son capaces de ganarle al Barcelona y levantan la Copa de la Reina? La meta resulta difícil (muy difícil) de alcanzar, pero no imposible.