La cosecha de uva de Rioja de este año 2020, viene condicionada por lo que vamos a llamar 3M (millerandaje, mildeu y meteorología). Por la ... primera, queremos decir que la cantidad de uva es irregular por parcelas. Por el mildeu puede, si tarda en formarse tufo, crecer el moho en el 'sombrero', en la vinificación del vino tinto. Y en el caso de la meteorología, desde junio ha generado frío y humedad. Estas condiciones meteorológicas influyen retrasando la parada vegetativa. Todas la hojas estén verdes, y consecuentemente, las pulpas tienen clorofila.
Las viñas que no han llegado a agostarse (son muchas en la Denominación), si se vendimian con hoja verde, dan vinos muy afrutados y de sabor fresco. Muy buenos para tintos jóvenes y para blancos y rosados, pero no ideales para la crianza, pues sin hoja agostada, el término preciso para la polirirización fenólica, en el crianza, es escaso. Y tampoco el potasio habrá pasado de hoja y sarmientos al hollejo.
Esta meteorología adversa para elaborar vinos de crianza no significa que no pueda haberlos pues la floración imperfecta (millarandege) habrá dejado los viñedos con poca uva y el grano pequeño que puede haber discurrido en maduración acelerada en carasoles. Repetimos una vez más que, en el caso de los tintos, no hay que dejarlos más de dos días sin tufo. Basta con preparar un paquete de levadura hidratada y regar con ella la superficie de la uva tinta encubada. Tan sólo regando se inicia tufo superficial que es el importante pues los mohos crecen en la superficie del líquido.
Como nos gustan los detalles de los boletines de maduración que publica el Consejo Regulador entendemos (en referencia al último boletín) que si multiplicamos el dato del peso de 100 bayas por 31,4 conseguimos una cifra que son kilos de uva por hectárea, aproximadamente.
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