Crítica de canto lírico

Exhibición de canto a raudales

Domingo, 26 de octubre 2025, 08:40

Fue allá por 1983, cuando unos quijotes de la CLA Pepe Eizaga convocaron un Concurso Nacional de Canto en Logroño (ciudad que, como todos sabemos, ... por aquel entonces no figuraba en los mapas culturales de España), y hete aquí, que esa primera edición se celebró con todos los sacramentos, teniendo como ganadora nada menos que a María Bayo, que se convertiría en una de nuestras grandes sopranos. El concurso logroñés ofrecía una originalidad sin precedentes: los concursantes debían presentar un aria de ópera y también una romanza de zarzuela, y con ese formato volvió a celebrarse en años sucesivos, aportando al mundo de la lírica voces que hicieron importante carrera internacional como José Sempere, Lola Casariego, Manuel Lanza, Milagros Poblador, Silvia Tro Santafé o Ainhoa Garmendia, por citar algunos pocos. El jurado contaba con personalidades de prestigio y el importe de los premios era sustancioso, así que el concurso se fue acreditando en el mundo del canto, pasando a ser Concurso Internacional y atrayendo a voces de variados países.

Publicidad

La edición que les voy a comentar, recién celebrada, era la número 42, nada menos, y ha destacado por el altísimo nivel de calidad de los cantantes presentados. Lejos quedan ya aquellas ediciones en las que se atrevían a concursar buen número de cantantes de penosas características, bien por su insuficiente preparación o bien por la ínfima calidad de su voz, haciendo insufrible su escucha. Eran años en los que a veces incluso quedaban desiertos los primeros premios. Afortunadamente llevamos una buena racha de brillantes ediciones con formidables cantantes compitiendo reñidamente en la fase final, y concretamente en este año no había desperdicio y los quince finalistas tenían opciones de premio. No piensen que voy a maliciar algo sobre posibles desacuerdos con los premios concedidos; ni se me ocurre: primero, por la fiabilidad que ofrece el alto nivel de los miembros del jurado; segundo, porque la valoración de un cantante depende de tantísimas facetas que siempre es bastante subjetiva; y, tercero, porque coincido básicamente con los premios concedidos. Únicamente me ha quedado la pena de que no pasaran a la final dos sopranos que me parecieron muy interesantes: una, Miriam Silva Martínez, de Murcia, poseedora de una voz grande, musical y de espléndido timbre, que funcionaba bien en graves, centro y agudos, brava en el canto, una espléndida soprano spinto/dramática, o sea, una voz de las 'caras', de las que se buscan con lupa; y la otra, Zyanya Guadalupe Cruz, de México, por la belleza de su canto, sin apretar y sin prisas, mostrando el placer del canto y regalando emociones, nunca había oído las agilidades de 'En un país de fábula' de La Tabernera del Puerto, cantadas con tanto gusto y dulzura.

Una nueva manifestación multitudinaria, la duocédima, recorre este sábado por la tarde el centro de València para pedir la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, por su gestión de la dana

42º Concurso Internacional de Canto Ciudad de Logroño

  • Eliminatorias en el Conservatorio Eliseo Pinedo: 2 y 3 de octubreFinal y Gala de ganadores en el Auditorio Municipal: 4 y 5 de octubre

Una nueva actuación en la final nos habría permitido valorarlas mejor. La indiscutible ganadora en voces femeninas fue la soprano rumana Alexandra Zamfira, con su bonita voz, hermoso fraseo y excelentes agilidades, además de una perfecta vocalización; una soprano muy completa. Quedó segunda, a notable distancia, la mezzo malagueña Julia Merino, quizá sobrevalorada. Y tercera, la soprano Antonella Zanetti, de Argentina. En hombres, no había duda respecto al tenor cubano Andrés Sánchez Joglar, con unas prestaciones canoras impresionantes. Muy bien el barítono mexicano Daniel Gallegos, que quedó segundo, y también espléndido el barítono Alonso Cano de Guadalajara, que completaba el palmarés con el tercer premio. Adecuados también el resto de los premios temáticos. La verdad es que me parece muy duro ser miembro del jurado y tener que decir no a gente tan meritoria, con tanto esfuerzo y trabajo vocal a sus espaldas.

Publicidad

Estoy inmensamente feliz de que nunca, en estos 42 años de concurso, me hayan invitado a formar parte del jurado (como presidente de la Asociación Riojana de Amigos de la Ópera, conferenciante veterano y crítico de ópera de este Diario LA RIOJA), aunque pueda parecer una descortesía. Celebremos estos cuatro días de exhibición de belcanto a raudales y el próximo año, aprovéchenlo y disfruten de la magia de la voz y el embrujo del canto.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad