Donald Trump se sirvió de su red social para comunicar que quiere reanudar las pruebas atómicas. En su anuncio, poco antes de reunirse con Xi ... Jinping, el presidente estadounidense trasladó la orden al Departamento de Guerra, cuando es la Agencia Nacional de Seguridad Nuclear la encargada de gestionar y preservar los arsenales. El republicano y su coro de 'halcones' dan por muerta la moratoria de 1992. Desprecian aquella decisión como un lujo que se podía permitir el ganador de la Guerra Fría. Y magnifican los lanzamientos de misiles que prodiga Vladímir Putin, proyectiles de propulsión nuclear sin carga y al servicio de la propaganda del Kremlin en el marco de su invasión de Ucrania. «Los otros lo están haciendo, no tengo elección», asegura Trump para forzar un paso que, antes de que él volviera a la Casa Blanca, exigía la autorización del Congreso. Recuperar unos ensayos que la actual capacidad de simulación ha vuelto obsoletos envía el peor mensaje a Rusia, China o Irán porque alienta una escalada y erosiona la estabilidad estratégica. La disuasión creíble exige diplomacia de control de armas, la que deberá aplicarse para preservar el tratado START que expira en febrero.
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