Soy dueña de un pequeño comercio rural y escribo indignada: Amazon me negó ser punto oficial de recogida, pero sus repartidores dejan igualmente los paquetes ... en mi tienda, sin mi permiso ni compensación. Lo peor es que incluso me piden que los lleve a una aldea cercana «porque ellos no van». Es un abuso que una multinacional descargue su responsabilidad sobre los pequeños negocios. Si no somos punto de recogida reconocido, no deberían tratarnos como almacenes gratuitos. Los pueblos merecemos respeto, no ser usados cuando conviene.
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