Cartas a la directora

Flores en los funerales

Gerardo Villar

Sábado, 25 de octubre 2025, 22:08

Soy demasiado atrevido con lo que estoy escribiendo. Se trata de reducir los ramos de flores en los tanatorios y funerales. Con la mejor intención ... y cariño, llevamos ramos de flores los familiares, los amigos, los vecinos, las personas relacionadas con el difunto. No cabe duda de que se hace desde el cariño y la relación de amistad o parentesco, pero esto me genera varios interrogantes: ¿Qué sentido tienen esas flores? ¿Las llevamos como signo de que los difuntos viven en Dios?

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En cuanto acaban los oficios, esas flores molestan y en muy poco tiempo hay que arrojarlas a la basura. Suponen un gasto considerable. ¿Hay otra alternativa a los ramos de flores?

1. Disminuir los ramos. Y por lo tanto, los gastos. Sobre todo cuando se llega a medir la categoría del difunto/a por el número y la calidad de las flores.

2. Hacer algo simbólico: un ramo solo entre varias personas.

3. Repartirlas entre los asistentes como símbolo de seguir el testimonio del difunto/a y llevarse a casa una flor como signo de que nuestro fallecido vive y de que deseamos seguir su obra y sus cualidades.

4. Repartirlas en centros benéficos.

5. Repartirlas en los colectivos a los que pertenecía: contra el cáncer, ELA, párkinson, ancianos…

6. Dedicar el coste para evitar muertes en los barcos de inmigrantes, en las guerras, entre pueblos, víctimas en el mar.

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Yo quiero que en mi funeral solamente haya tres rosas, que es lo que aprendí en las Hijas de la Caridad en Anguiano. Y con esa flor, una acción de gracias a Dios.

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