Ya es presidente Pedro Sánchez después de hacer exactamente lo contrario de lo que prometió hace meses, pero como la fuerza motriz de la política ... española es el servilismo han sido muy pocos los que se le han rebelado.
Cuando se dan esta clase de circunstancias yo me fijo en los rebeldes, rebeldes en la definición impecable que dejó escrita Camus: «¿Qué es un hombre rebelde? Un hombre que dice no». Esta gente hace la vida un poco más interesante, por eso a mí me gustó siempre mucho más Guti que Raúl: «¿Cuándo va usted a cortarse el pelo? - Cuando usted se afeite el bigote», le respondió a Vicente del Bosque. Toque de genio, sonrisa, otro cubata en Pachá.
Entre los rebeldes de estos días destaca el actor Jaime Lorente que llamó «payaso» a Rufián causando un asombro muy notorio. Tras 40 años de sumisión reptil de los artistas frente a movimientos como los que se dan hoy en España, es extraordinario ver a alguno apartarse del rebaño. Pero todo ocurre ahora más deprisa, los jóvenes aprenden antes y Lorente ha recorrido el camino en menos tiempo que Sabina. Después Santiago Auserón desarrolló algo más el argumento: «Entregar la gobernabilidad a la burguesía catalana de derechas que se enriqueció con el tráfico indiano y negrero no parece una solución muy de izquierdas»; arde la calle al sol de poniente. Auserón es un gran músico que estudió filosofía y señala una obviedad: que la amnistía y los pactos con los separatistas consagran la desigualdad entre españoles y por eso lo que es rigurosamente de izquierdas es denunciar esa injusticia social. Lo hizo a su modo teatral Emiliano García-Page. Tiene esa pose indignadísima y levemente sudorosa con la que sosiega muy bien a esos miles de votantes a los que les basta con la escenografía; en España cada vez hay más gente que se conforma con menos. Pero descubrimos que Emiliano tiene un hermano gemelo llamado Javier, y cuando el gemelo anunció que él sí se daba de baja del partido fue como ver una de esas comedias disparatadas de Eddie Murphy en la que el actor interpreta diferentes personajes.
Felipe González, Alfonso Guerra y Nicolás Redondo Terreros salieron de un 'Informe Semanal' de 1994 para liderar la resistencia. También apareció un rato por ahí Josep Borrell aunque al día siguiente reculó sin despeinarse; se lo advierte Vito Corleone a su hijo Sonny en una escena genial de 'El Padrino': «Nunca más le vuelvas a decir lo que piensas a alguien que no sea de la Familia». Cosculluela fue contundente («me causáis vergüenza») y también tiene su mérito que Francisco Ocón haya rechazado este negocio. Pero el rebelde por definición es un hombre en soledad y apenas les han acompañado dos o tres socialistas riojanos más; la noticia destacada hoy en España es que algunos políticos mantienen la misma opinión que hace tres meses, y esta paradoja triste define a la perfección el tiempo desconcertante en el que nos toca vivir.
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