El yihadista de Algeciras que mató al sacristán actuó como un «espectro» que fija a su «presa»
Comienza el juicio contra el ciudadano marroquí Yassine Kanjaa, que se enfrenta a 50 años de cárcel por el asesinato de Diego Valencia en enero de 2023
La Audiencia Nacional juzga desde este lunes al presunto yihadista acusado de asesinar al sacristán Diego Valencia en enero de 2023 en Algeciras. El ciudadano ... marroquí Yassine Kanjaa, que se enfrenta a 50 años de prisión y que se encuentra ingresado en un centro psiquiátrico carcelario, asistió indiferente desde el banquillo al testimonio de los primeros testigos de la vista oral.
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Un sacerdote que presenció el ataque mortal declaró al tribunal que vio a Kanjaa «con una tranquilidad enorme» antes de iniciar la agresión con un machete en la iglesia. «Era como un espectro», describió. «Fue muy rápido, tenía una velocidad enorme, le pilló los talones», narró, para añadir que «muchas veces» a la parroquia de Nuestra Señora de la Palma, donde empezó la agresión mortal, llegaban personas como «algún borracho o alguno que busca algún lío», algo a lo que estaban acostumbrados, pero no a lo que vivieron entonces: «Vería también lo que te llevaba en la mano y Diego salió desencajado».
La cara del sacristán «era totalmente blanca», según el sacerdote, que notó que el presunto yihadista, que iba vestido con «una chilaba oscura», tenía «fijación» por la víctima, «como una presa cuando está ya con un objetivo». Y pese a que «podría haber tenido oportunidad de arrasar con todo lo que había», ya que en la iglesia había otras personas y en una sala próxima había «veintitantos niños», cuyos padres los esperaban fuera.
«El griterío se escuchó dentro de la iglesia y cuando yo me encuentro la sorpresa, me encuentro a Diego a mi espalda y al acusado de pie totalmente, con una tranquilidad enorme», señaló, tras precisar que en ese momento acababa de terminar la misa y él estaba quitándose el hábito. Según recordó, el acusado «estaba totalmente en paz». «No tenía situación de tener excitación ni tampoco de querer atacar, todo como muy tranquilo. Lo que después vi es que Diego estaba muy intranquilo y es cuando le ataca y le da por la espalda» en el patio del templo, añadiendo que se acuerda «perfectamente» del aspecto del machete, de su «empuñadura de color azul eléctrico», y que salió corriendo a avisar a la Policía.
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«Las últimas palabras que escuché de Diego fue 'qué es eso o qué es lo que estás haciendo'. Yo creo que él no vería la envergadura de lo que le iba a pasar», expresó. El testigo indicó que sufrió shock postraumático tras ello, describiendo que durante un mes solo salió a la calle para celebrar la misa y después se encerraba «con llave en casa». «Luego, las personas tenían como una especie de terror», afirmó.
Otros testigos coincidieron en que el presunto yihadista tenía fijación por el sacristán. Algunos dijeron que creen que se fijó en él porque pensó que era cura y que «lo remató en la Plaza Alta» con «varios golpes». «Después de haberlo hecho, iba tan tranquilo, como el que iba paseando a un perro, no corrió ni nada», señaló una de ellas, y un policía indicó que lo vio rezando de rodillas antes de ser detenido.
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Cuadro psicótico
La Fiscalía reclama que Kanjaa, que ha estado oculto bajo la capucha de una sudadera, sea condenado a 25 años de cárcel por un delito de asesinato terrorista, 15 años por otro delito de asesinato terrorista en grado de tentativa y diez años por un delito de lesiones terroristas.
La Fiscalía recordó que Kanjaa presenta un cuadro psicótico que le provocaba delirios y probable filiación esquizofrénica. «En el momento de tener lugar los hechos presentaba una descompensación psicótica aguda con importante grado de implicación afectiva y conductual, que afectaría muy severamente a sus capacidades volitivas e intelectivas», apuntó el fiscal, que sin embargo dejó claro que «sus capacidades volitivas e intelectivas no estaban totalmente anuladas por su enfermedad», por lo que ve «como incompleta la eximente de anomalía o alteración psíquica».
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Vox, que ejerce como acusación popular y reclama para Kanjaa prisión permanente revisable, abogó por que «en cuanto cumpla los dos tercios que impone la ley, pueda ser expulsado a su país», Marruecos, según señaló la coordinadora jurídica del partido, Marta Castro, en declaraciones a los medios tras la primera sesión.
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