EFE

Los Veintisiete vuelven a aplazar el voto sobre la oficialidad del euskera, catalán y gallego

Varios países siguen mostrando dudas legales y económicas sobre la propuesta española, dos años después de que se presentara por primera vez en Bruselas

Viernes, 18 de julio 2025, 13:10

Dos años después de que se presentara por primera vez la propuesta para reconocer la oficialidad del euskera, catalán y gallego en la Unión Europea ( ... UE), varios países siguen teniendo dudas sobre la iniciativa española. Tanto es así que los Veintisiete han decidido aplazar una vez más la votación para el reconocimiento de las tres lenguas en el Consejo Europeo, al constatar que la propuesta no reúne los apoyos necesarios, ya que requiere de unanimidad de los Estados miembros para su aprobación.

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Ya a su llegada al Consejo de Asuntos Generales, la ministra danesa de Asuntos Europeos, Marie Bjerre, ha mostrado sus dudas sobre que el asunto se fuera a votar. «Sé que hay muchas preocupaciones de Estados miembros y tenemos que buscar respuestas a esas preguntas. No espero un voto hoy», ha asegurado. En ese mismo sentido se ha expresado el ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, quien ha expresado dudas «legales y económicas» respecto a la oficialidad de las tres lenguas. Con todo, ha animado a «seguir trabajando para conseguir avances» en este asunto.

El ministro de Exteriores luxemburgués, Xavier Bettel, ha asegurado «que no es momento» para discutir esta propuesta y ha insistido en que hay asuntos más urgentes para los Veintisiete. «Hemos necesitado días para acordar las sanciones a Rusia, seguimos siendo incapaces de tomar decisiones sobre Israel y un alto el fuego en Palestina, ¿pero aprobamos el gallego, el euskera y el catalán? No creo que sea el momento adecuado si no somos capaces de acordar otras cosas», ha destacado.

Falta más información

Y es que varios países insisten desde hace varios meses en que hacen falta informes legales y económicos detallados sobre las implicaciones que tendría la oficialidad del euskera, catalán y gallego en la UE. El Consejo puede pedir a la Comisión que elabore un informe más detallado y personalizado sobre los costes de las tres lenguas, que en un primer momento estimó que sería de unos 132 millones de euros, así como un análisis jurídico de la propuesta, ya que incluir el catalán, el euskera y el gallego podría implicar una modificación de los Tratados de la UE. Este último argumento es el principal escollo para la aprobación de esta medida.

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Durante el debate, que tuvo una hora de duración, España presentó el trabajo hecho hasta el momento a nivel político. Algo más de la mitad de los ministros tomaron la palabra y transmitieron sus preocupaciones en materia legal y práctica sobre una propuesta que entienden que es sensible para el país. España, por su parte, expresó su intención de seguir trabajando en los asuntos que generan dudas sobre la propuesta.

El secretario de Estado español para la UE, Fernando Sampedro, ha asegurado que la aprobación de la propuesta «no tiene ningún impacto negativo sobre ningún Estado», ya que España se haría cargo del coste de las tres lenguas y porque la propuesta no abre la puerta a la oficialidad de otras lenguas minoritarias en Europa. Por ello, espera que la propuesta «se adopte con brevedad» y considera que «todos los aspectos se han abordado», tanto los económicos como los jurídicos.

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Esta es la primera vez que el asunto se discute bajo la presidencia danesa del Consejo Europeo, en un debate que ha durado una hora aproximadamente, y las Autoridades españolas le han querido dar un nuevo impulso circulando un memorándum que recoge toda la información relacionada con la propuesta. El lehendakari, Imanol Pradales, y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, también han unido fuerzas y el jueves enviaron una carta a los ministros de Exteriores de la UE en la que piden reconocer la oficialidad de las tres lenguas. En la misiva recuerdan que España ingresó en el bloque comunitario en 1985 y que entonces «se aceptó posponer la cuestión lingüística» en su integridad y «ahora toca abordarla».

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