El restaurador, a su llegada al juzgado de Catarroja donde se investiga la dana. Irene Marsilla

El dueño del Ventorro: «Mazón y Vilaplana se fueron entre las 18.30 y las 19 horas. Creo que ya no había más clientes»

El restaurador señala que desde Presidencia llamaron para que les guardaran un reservado

A. Rallo y Pablo Alcaraz

Viernes, 21 de noviembre 2025, 12:19

El dueño de El Ventorro, Alfredo Romero, se ha convertido en uno de los grandes personajes secundarios en la investigación de la gestión de la dana ... . El restaurante, conocido en el mundillo político, empresarial e incluso periodístico, ha sido foco de atención desde que se conociera que Carlos Mazón y Maribel Vilaplana comieron allí el día de la tragedia. El establecimiento y sus propietarios son otra de las 'víctimas' colaterales del desastre. Este viernes su comparecencia trata de aclarar si escuchó alguna de las conversaciones que mantuvo el presidente sobre el fenómeno meteorológico.

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El testigo ha señalado que conoce a Mazón porque es cliente habitual del local. «Me llamaron por teléfono de la Generalitat para reservar la comida», ha recordado respecto a este evento. Fueron dos o tres días antes de la controvertida reunión. No se precisaron los comensales. Sólo una mesa para el presidente. Comieron en la segunda planta, en un reservado. «Me lo pidieron así». En esa misma llamada, según ha aclarado, le dijeron que la factura se haría cargo el PP.

Mazón fue el primero en llegar. Luego apareció la periodista. «El presidente pudo llegar a las 14.15 o 14.30». En El Ventorro «entró solo». De esta forma descartó que estuviera acompañado de escoltas como había indicado el presidente en su comparecencia en el Congreso. El presidente se tomó un agua y unas aceitunas, mientras aguardaba la llegada de Vilaplana.

Alrededor de las 15 horas se les tomó nota. «Es un espacio rectangular, no es una sala cerrada, no tiene puerta». La jueza y algunas acusaciones han incidido en conocer las dimensiones de la sala. En especial, para evaluar si es posible que una persona, en este caso Vilaplana, no escuchara las conversaciones del presidente.

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«Se fueron entre las 18.30 y las 19 horas», subrayó. Cree que fue esa hora porque los trabajadores ya se habían ido. «Antes de que se pusiera a llover les dije que se fueran», indicó respecto a sus empleados. No quedaban más clientes que Mazón y Vilaplana, aunque no recordaba con precisión este extremo.

El declarante ha señalado que la factura la envió al Partido Popular. Lo hizo al día siguiente o incluso dos días más tarde. «No envió ticket con hora», ha precisado. El camarero entró unas siete u ocho veces al reservado. «No recuerdo verlo hablando por teléfono. No tengo imagen de eso«, ha manifestado.

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El restaurador ha relatado el episodio de cuando subió un sobre -un mensajero de la Generalitat lo había llevado hasta allí- para que el presidente lo firmara. Se trataba de una documentación para estudiantes catalogados como deportistas de elite, según confirmaron recientemente desde Presidencia.

El Ventorro no tiene problemas de cobertura con Movistar, aunque sí detecta algunas incidencias con otras compañías. El dueño del restaurante calificó la comida de «normal» en cuanto a su duración. De su experiencia cree que la comida en sí terminaría sobre las 16.45 horas o 17 horas. Durante ese tiempo, el dueño entró en algunas ocasiones al reservado por si necesitaban algo. «Fue como un día más. No lo vi preocupado ni con prisa».

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El testigo ha señalado que no existe televisión en su restaurante. No estuvo al tanto de la evolución meteorológica aquella jornada, pero sí sabía que iba a llover. Uno de los trabajadores al marcharse a casa le llamó para decirle que el agua le llegaba por la rodilla. «Entonces nosotros subimos parte del género al piso de arriba». Pero ha recordado comentarios de clientes en el sentido contrario: «Con la que iba a caer y ni una gota».

El restaurador -cuenta 'Las Provincias'- ha lamentado la presión mediática sobre su familia y el restaurante. Por ese motivo, no ha querido aportar una imagen de ese reservado. El restaurante y el domicilio del testigo están en el mismo edificio. Los últimos pisos se destinan a vivienda. En cambio, ha adelantado que no tiene problema en aportar la factura. Pero en ese documento solo figura el importe y el día, pero no la hora. El empresario ha señalado que el presidente llegó con chaqueta y llevaba una mochila. «Siempre la lleva».

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