Una pareja disfruta con su perro en el Club Náutico El Rasillo durante este verano. SONIA TERCERO

Animaladas

Yo me baño con mi perro

El Club Náutico El Rasillo cuenta con una playa para animales, aunque también está permitido en otros embalses y ríos de La Rioja

Diego Marín A.

Logroño

Lunes, 28 de julio 2025, 07:37

A menudo el verano es sinónimo de baño. Mientras los humanos lo tenemos fácil gracias a las piscinas, los animales se tienen que conformar con los entornos naturales, no regulados. Para acudir a una playa de mar en la que se permita el acceso de mascotas, lo más cercano a La Rioja es Cantabria. En nuestra región el único espacio regulado en el que se permite el baño de mascotas es el Club Náutico El Rasillo del embalse González Lacasa, que además cuenta con servicio de salvamento hasta el 31 de agosto. Además, el Gobierno regional realiza periódicamente controles de salubridad del agua, lo que la hace apta y salubre para el baño de humanos y animales.

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El veterinario Carlos Bustillo, de la clínica Bustillo Veterinarios de Logroño, expone que nadar, para las mascotas, «es fundamental, uno de los mejores ejercicios que existen y una manera fenomenal de fortalecer la musculatura y disfrutar del medio natural, sobre todo en ríos, así como de enriquecer el comportamiento del animal». Aunque los perros saben nadar de forma innata, por instinto, también hay que ser precavido. «Hay que tener cuidado con el caudal, sobre todo con los perros pequeños, ya que si es elevado puede haber problemas, sobre todo en animales pequeños o inexpertos», advierte Carlos Bustillo. Se debe estar pendiente en ríos cuya fuerza del agua es muy cambiante, como el Iregua, regulado por dos embalses.

Y también hay que tener cuidado con el mar, que «es muy complejo» porque, señala el veterinario, los perros «pueden beber agua y producirse una intoxicación por sal, además de una deshidratación severa porque el sodio aumenta y puede llegar a afectar al cerebro, por eso hay que estar muy vigilante». Si el animal se baña en el mar, como nosotros, es conveniente protegerlo del sol y la sal y bañarlo con agua dulce al acabar la jornada para evitar problemas en la piel.

«Nadar es uno de los mejores ejercicios, una manera fenomenal de fortalecer la musculatura»

Carlos Bustillo

Veterinario

«En el mar los perros pueden beber agua y producirse una intoxicación por sal»

Carlos Bustillo

Veterinario

Si se tiene la suerte de contar con una piscina privada y permitimos al perro bañarse con nosotros, también hay que ser cuidadosos. «Es importante facilitar una manera de salir del agua para evitar ahogamientos», recomienda Bustillo. Y es que puede suceder que, bien porque se caen al intentar beber agua, porque son torpes por edad o se asustan, pueden no saber salir. Incluso no solo nuestra mascota, también otros animales. «En las piscinas, como el agua es clorada, también hay que bañarlos con agua dulce después para evitar problemas en la piel», aconseja Bustillo. En general, el baño lúdico en las mascotas es muy recomendado y solo hay que seguir el mismo sentido común que con los humanos. «Viene genial como ejercicio y para evitar problemas ortopédicos», subraya el veterinario.

Una duda que surge habitualmente es si el baño está permitido en los ríos. Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) informan de que «el uso del dominio público hidráulico (ríos, lagos y embalses) es libre y no está prohibido por la ley», pero sí se realizan recomendaciones, aplicables igualmente a los animales, como no bañarse, si no está expresamente restringido, en las inmediaciones de las presas y canales de centrales hidráulicas por seguridad.

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El mes pasado la CHE emitió un comunicado en el que recordó ciertas consideraciones para bañarse de forma segura: «El baño es un uso común contemplado en la ley de aguas, no hace falta autorización en el dominio público hidráulico, pero no hay que olvidar que puede entrañar peligros».

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