Otra campaña que será crítica para el viticultor
El Consejo Regulador tiene previsto aprobar el día 19 la rebaja de rendimientos para La Rioja Alta y Rioja Alavesa
La publicación, esta misma semana, de los costes de producción de uva y vino por parte de la Consejería de Agricultura de La Rioja, con rendimientos reales muy inferiores a los previstos por el Consejo Regulador el año pasado, así como de los precios medios pagados por la uva y el vino en 2024, puso de manifiesto que viticultores y cooperativas perdieron dinero, y mucho, por trabajar.
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La vendimia 2025 puede ser crítica y todavía aún más corta que la pasada por una floración problemática, por las afecciones del pedrisco y, sobre todo, por el terrible mildiu. El pasado 30 de julio el Consejo Regulador –aunque con la abstención de ARAG-Asaja, UPA y el voto en contra de UAGN (Navarra)– aprobó reducir los rendimientos previamente asignados para la uva tinta (5.850 kilos por hectárea) para todos los municipios de Rioja Baja, recortándolos uno a uno en función de las predicciones de la inteligencia artificial con que trabajan los Servicios Técnicos del Consejo y de las visitas de campo de los propios veedores. En la reunión del próximo 19 de agosto está previsto que se apruebe el ajuste por localidades para La Rioja Alta y Alavesa, con zonas muy amplias también gravemente afectadas por el mildiu.
¿Por qué se retira papel? La crisis del sector es brutal, pero con una cosecha muy corta como se espera, si no se cubren las cartillas podría dejarse abierta la puerta abierta a la llegada de uvas o vino de fuera porque habría mucho 'papel' sobrante. La idea es ajustar la producción real esperada con la potencialmente amparable.
La uva blanca, aunque también está afectada por el mildiu, se ha 'librado' del ajuste para las variedades tintas
¿Se había hecho antes? Es habitual reducir papel en zonas afectadas por un pedrisco por ejemplo, pero no de forma generalizada. El precedente más cercano fue la helada de 2017. Entonces, con La Rioja Alta y Alavesa prácticamente arrasadas, se redujo el 'papel' a un máximo del 70% en estas zonas, pero se amplió hasta el 120% en La Rioja Baja. Es decir, se quería que toda la uva posible que hubiera en la DOCa acabase amparada y se favoreció así una sustancial mayor producción en la zona 'no helada' –las ventas de vino iban bien entonces–, por lo que ahora se está ajustando con mucha más seriedad que entonces y, por primera vez, afectará al conjunto de la DOCa.
¿Qué pasa si tengo más kilos de los que se han asignado a mi pueblo? El viticultor puede solicitar una revisión de su o sus parcelas. El plazo máximo establecido para ello es el día 2 de septiembre y, siempre, con una antelación mínima de 15 días a su vendimia mediante una declaración jurada. En principio, se recibirá la visita del cuerpo de veedores para la comprobación, pero si no es posible en 15 días, el silencio administrativo será positivo. Ahora bien, a quien se le 'pille' en situación de engaño se arriesga a que se pueden tomar otro tipo de medidas. El límite máximo sigue siendo de 5.850 kilos por hectárea de uva tinta (90%).
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El viticultor que considere que tiene más kilos que los asignados a su pueblo puede reclamar hasta el día 2
¿Cómo se calculan los rendimientos por municipios? Los Servicios Técnicos utilizan tanto las visitas de campo como el sistema denominado de inteligencia artificial de control con el que lleva trabajando varias campañas y que hace un seguimiento incluso parcelario, se supone, cada vez más 'fino'. Se cruzan multitud de datos, y siempre con una margen de tolerancia para dar cobertura a posibles equívocos, y se hacen las estimaciones que, en este caso, son por municipios.
¿Y la uva blanca? De las aproximadamente 66.000 hectáreas productivas en Rioja –al margen de las que finalmente se eliminen por cosecha en verde–, 60.000 son de tinto y unas 6.000 de variedades blancas. Al parecer, no se ha hecho el mismo seguimiento exhaustivo por parcelas para este tipo de uvas, si no que se ha centrado en las tintas. Es de esperar una menor producción de blanco pero también es cierto que el mildiu le ha atacado en menor medida. En principio, el 'papel' podrá amparar hasta 9.000 kilos.
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¿Cosecha? Imposible hacer números concretos con todas las variables, pero será claramente menor a la de 2024 y una de las más cortas de de la historia. El mildiu, al igual que lo ha sido en Rueda y en zonas del sur como Jerez, que prácticamente lo desconocían, ha sido voraz, sin olvidar que las indemnizaciones de Agroseguro por pedrisco serán históricas, con un tercio del viñedo de la DOCa dañado en diferentes episodios.
¿Y los precios? Más allá del euro que avanzó Bodegas Muga tratando de animar a sus proveedores a no bajar la guardia contra el mildiu, poco o nada se sabe. Hay movimientos, sobre todo de productores ecológicos que han perdido mucha cosecha, pero no suenan claramente precios. El año pasado, con rendimientos medios en el entorno de 4.500 kilos por hectárea para las uvas tintas ya se rondó o incluso se sobrepasó el euro de coste de producción por kilo de uva. Este año, por la cantidad de tratamientos contra el mildiu, los costes se van a disparar. Si los rendimientos son menores incluso que en 2024, tal y como predice el Consejo, la cuentas pueden ser para asustar si no se paga la escasez de uva en números importantes.
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