Un edificio de nueva construcción en Lardero. Süleyman Evran/Sadé Visual

El precio de la vivienda nueva en Logroño es el más barato del entorno

Las inmobiliarias detectan la llegada de inversores de otras comunidades | La oferta de pisos en alquiler sube, pero la de inmuebles en venta cede

Juan Marín del Río

Logroño

Viernes, 18 de julio 2025, 07:21

El mercado de la vivienda nueva en España vive un momento de tensión, marcado por una oferta escasa y una demanda que no deja de ... crecer. La construcción de nuevas promociones se ha ralentizado en muchas zonas debido a la falta de suelo disponible, los retrasos administrativos y el encarecimiento de los costes. Mientras, cada vez más personas buscan vivienda, lo que empuja los precios al alza y dificulta el acceso, especialmente para los jóvenes y familias con rentas medias o bajas. Esta situación ha convertido al sector en uno de los principales focos de preocupación económica y social en el país.

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En comunidades como La Rioja, donde el metro cuadrado de las viviendas de obra nueva de su capital ha alcanzado los 1.703 euros en su capital, también se perciben los efectos de esta presión. Pese a que el ritmo de construcción es más moderado que en los grandes núcleos urbanos, la demanda sigue creciendo y los precios reflejan esa tensión. Los promotores reclaman mayor agilidad en la tramitación de licencias y más suelo urbanizable para poder responder a las necesidades reales del mercado. Mientras, las familias se ven obligadas a retrasar su decisión de compra o a buscar alternativas en el mercado de segunda mano.

«Muchos inversores de Madrid, País Vasco o Navarra –conocidas como zonas tensionadas– vienen a comprar inmuebles de obra nueva a ciudades como Logroño porque no hay oferta alguna por estos precios en las zonas en las que viven», comenta Juan Asensio, gerente de la inmobiliaria iMicasa. Pese a que Asensio no se dedique al sector de los nuevos inmuebles, la demanda se traslada también «a la venta de viviendas de segunda mano». «Está viniendo gente de fuera a pagar cifras superiores al valor del inmueble porque, sencillamente, tienen que invertir ese dinero. Esto ocurre por las zonas tensionadas en las que no hay vivienda, compran aquí, ponen un precio de alquiler acorde a la demanda y se vuelven a sus ciudades. Les salen los números y además, ya tienen un piso en La Rioja para su jubilación», explica Asensio.

«La construcción tiene carencia de profesionales, un encarecimiento bárbaro de los materiales y una normativa muy exigente»

José Antonio Solozábal

Presidente de la Asociación de Inmobiliarias Riojanas

«Está viniendo gente de fuera de La Rioja a pagar cifras superiores al valor del inmueble»

Juan Asensio

Gerente Inmobiliaria iMiCasa

Algo que puede resultar curioso para algunos es que Logroño es la capital de provincia de su entorno –Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Burgos, Soria o Pamplona– donde invertir en este tipo de vivienda resulta más económico. Mientras que la capital riojana es una ciudad atractiva para inversores foráneos por su calidad de vida, el coste moderado de esta o su constante crecimiento, en Soria capital –1.736 euros por metro cuadrado– «no se ven tantas grúas como en Logroño», señala el presidente de la Asociación de Inmobiliarias de La Rioja (AIR), José Antonio Solozábal. «Algo que ocurre en ciudades como Soria o Logroño es que hay mucha demanda por parte de las poblaciones de alrededor. Se está despoblando lo que no son las grandes capitales por culpa de la falta de servicios y la gente acaba teniendo que mudarse a la ciudad», añade el presidente de la AIR.

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José Antonio Solozábal, que además es propietario de la inmobiliaria logroñesa Solozábal, asegura haber recibido en los últimos meses a inversores llegados desde Pamplona, Zaragoza, San Sebastián, Bilbao o Vitoria donde «por el precio de un piso allí, pueden comprar dos en Logroño». El metro cuadrado de nuevas viviendas en estas ciudades alcanza, respectivamente, los 2.385, 2.379, 4.673 –máximo histórico–, 3.373 –máximo histórico– y 2.634 euros. Logroño representa la cifra más económica de su entorno con 1.703 euros, posicionándose como una ciudad atractiva –pese a la inflación del sector– para la adquisición de este tipo de vivienda.

Poniendo el foco en las comunidades autónomas, Logroño es la cuarta capital de provincia con el valor del metro cuadrado más bajo, solo por detrás de Castilla-La Mancha –1.651 euros de media entre sus cinco provincias–, Murcia –1.551 euros– o Extremadura –1.388 euros entre Badajoz y Cáceres–. Los 1.703 euros de Logroño siguen siendo notablemente más bajos que los precios de grandes capitales como San Sebastián –4.673 euros–, Madrid –4.893 euros– o Barcelona –5.695 euros–, donde los valores superan con holgura el doble del de la capital riojana. Esta diferencia parece reflejar un menor nivel de presión sobre la demanda en la capital riojana, además de una oportunidad para quienes buscan vivienda en una ciudad con buena calidad de vida y precios mucho más accesibles, aunque Solozábal asegura que la demanda «sigue siendo muy alta. Si la promoción va a ser de cincuenta viviendas es probable que haya peticiones de interés de entre 300 o 400 interesados», concluye.

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Desde el 2008

Una demanda que no satisface la oferta. Esa es la radiografía de un sector que «sigue vendiendo promociones colgadas en el año 2008» a causa de «un estocaje de vivienda tal, que se ha ido consumiendo y no se ha construido más», expresa Solozábal. Años después, llegó una pandemia que «cambió el perfil de lo que la gente buscaba en una vivienda» puesto que las construcciones de la primera década del siglo «no reunían las características de lo que la gente venía buscando» a la hora de plantearse adquirir una vivienda de nueva construcción.

Se está construyendo «otro tipo de vivienda con amplias terrazas o con eficiencia energética 'A' puesto que esto cada vez tiene más importancia por el coste de los suministros» en un sector que «tiene una carencia absoluta de profesionales, un encarecimiento de los materiales que es una barbaridad, una normativa muy exigente que hay que aplicar», expone Solozábal.

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