La torre de la iglesia de Santiago, pendiente de su apertura, afrontará su restauración exterior
El Gobierno de La Rioja financia con 150.000 euros una nueva fase de las obras centrada en los dos cuerpos superiores del campanario, quedando pendiente los dos inferiores para 2026
Obra sobre obra. La torre de la iglesia de Santiago el Real, pendiente aún de su apertura al público tras la rehabilitación de su escalera de acceso ... mediante una subvención del Ayuntamiento de Logroño, afrontará ahora la restauración exterior de sus dos cuerpos superiores con más financiación pública, aunque en este caso del Gobierno de La Rioja.
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El convenio suscrito para ello, que dará continuidad a la reforma integral de la parroquia con una tercera fase, ha sido presentado este jueves por el consejero de Cultura, Turismo, Deporte y Juventud, José Luis Pérez Pastor, y el director general de Cultura, Roberto Iturriaga, acompañados por el delegado de Patrimonio de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Jesús Merino Morga.
El acuerdo, publicado en el BOR, contempla una inversión total de 153.088,52 euros, de los que el Ejecutivo regional aporta 150.000 euros dentro del tercer acuerdo anual consecutivo con ese mismo importe, lo que eleva a 450.000 euros la cuantía destinada por la Comunidad Autónoma desde 2023 para impulsar la conservación de la iglesia de origen más antiguo de Logroño.
El mismo, según palabras del consejero Pérez Pastor, «marca la senda de recuperación de patrimonio a través de un plan estructurado y supervisado técnicamente que está recuperando el templo según las necesidades que va presentando». Una fórmula de inversión constante que se extiende también a otros templos de la capital como la concatedral de La Redonda o la iglesia de Santa María de Palacio, ha recordado.
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Así, como fórmula para amortizar la inversión en el andamiaje necesario para acometer las nuevas obras en la torre, el proyecto en cuestión se prevé que se extienda a lo largo del próximo 2026 con una nueva fase y otros nuevos 150.000 euros que ayuden a sufragar, en este caso, la restauración de la parte inferior de la misma.
Al respecto, tal y como ha detallado Merino Morga, esta nueva fase de restauración, tras subsanar las cubiertas, «permite asegurar la estabilidad estructural de la torre y salvaguardar su riqueza patrimonial, consolidando a Santiago el Real como uno de los hitos históricos más valiosos del Camino de Santiago a su paso por Logroño». De esta forma, y tal y como ha añadido Iturriaga, «los trabajos que ahora comienzan se centran en reforzar la torre y preservar los elementos decorativos de la fachada, lo que garantiza la seguridad del edificio y del entorno para el futuro».
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En esta tercera fase del proyecto integral de restauración se acometerán diferentes trabajos como la aplicación de tratamientos de consolidación en las fachadas con productos de silicato de etilo; la limpieza mecánica de la piedra mediante microesferas de vidrio a baja presión; la reparación de las grietas con varillas de acero inoxidable y mortero de cal; y la recuperación de impostas y elementos decorativos de la torre, especialmente en los huecos del campanario, con la reposición de piezas de piedra arenisca talladas siguiendo el diseño original.
«Con estas actuaciones se asegura la estabilidad de los muros y la conservación de la torre a largo plazo, evitando riesgos estructurales y protegiendo tanto a los fieles como a quienes transitan por su entorno», resume la Administración regional.
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Rehabilitada la escalera de acceso mediante subvención municipal, se está pendiente de resolver unos requerimientos de seguridad para las visitas
La restauración de Santiago el Real se enmarca en un plan global de conservación iniciado en 2023. La primera fase contó con una inversión de 150.000 euros, equivalente al 99,74% del coste, y se centró durante se año en la impermeabilización de cubiertas y la restauración de las bóvedas de las capillas, tras detectar filtraciones que habían provocado desprendimientos en los nervios, lo que hacía hecho imprescindible un plan de restauración continuado.
Así, en 2024 se ejecutó la segunda fase del proyecto, con una financiación autonómica de otros 150.000 euros, que representó el 99,91 % de una actuación destinada a reparar las cubiertas y los zócalos dañados por la humedad, así como la consolidación de los muros.
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De forma paralela, el pasado año también se quiso apoyar la adquisición, compra y posterior rehabilitación, colocación y afinación de un órgano histórico de la prestigiosa casa británica Harrison & Harrison, construido en 1898 para la iglesia metodista de Dilston Road, en Newcastle. La intervención, con un coste total de 149.235,35 euros, contó con una aportación autonómica de 100.000 euros, que supuso el 67% de la inversión necesaria.
La subida a Palacio y San Bartolomé, «idea que no se abandona»
«Estamos pendientes de solventar algunos aspectos relacionados con la seguridad, de subsanar algunos requerimientos técnicos respecto a una valla que permitan definitivamente la subida y que la torre vuelva a ser visitable». Así se ha referido el delegado de Patrimonio de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Jesús Merino Morga, a la anunciada reapertura del campanario de Santiago, para lo que, desde la propia iglesia, «se tendrá que acometer un gasto supletorio, necesario, pero no previsto en la subvención» municipal ( de 60.000 euros ). Al mismo tiempo, la Diócesis «no abandona» la idea de hacer visitables el resto de torres del Casco Antiguo, caso de Palacio o San Bartolomé (después de abrir al público la torre norte de La Redonda). En cualquier caso, Merino Morga alude a la «urgencia de las necesidades» y, a día de hoy, tanto en uno como en otro caso las intervenciones se centran en prioridades por delante de las torres «En Palacio también se está interviniendo a lo largo de los años con 150.000 euros anuales, aparte de otras subvenciones, lo que sucede es que al tener patologías diferentes, de momento se está interviniendo en el interior... Respecto a la aguja y la torre, que son diferentes, se quiere intervenir en la torre, que presenta patologías más graves que la aguja, pues con tiempo y dinero se quiere hacer visitable. Lo mismo pasa en San Bartolomé, son muchas cosas, unas más importantes que otras, pero lo bueno es que las intervenciones tengan continuidad en el tiempo y no se abandonen. 150.000 euros, en este caso, pueden parecer muchos, pero en Patrimonio no son tanto», ha concluido.
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