Un siglo de las casas que ya no son baratas
La otrora barriada del extrarradio cumple cien años integrada en Logroño como el residencial más verde
Ni alejadas del centro ni mucho menos baratas… la otrora barriada del extrarradio logroñés, fuera del casco urbano conocido durante la primera mitad del siglo ... XX, es a día de hoy una urbanización de viviendas unifamiliares a la que, de entonces, solo le queda lo de 'Ciudad Jardín'.
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Su historia, tantas veces contada en estas mismas páginas por uno de sus vecinos más populares, el desaparecido cronista de Diario LA RIOJA, Eduardo Gómez (quien además vivió en una de ellas), empieza así: «En 1923 se constituyó la 'Cooperativa Popular de Casas Baratas de Logroño'…».
Sin embargo, no fue hasta 1925, el 11 de octubre para más señas, cuando se sortearon y entregaron las llaves de las ocho primeras, concretamente en la calle Nuestra Señora del Pilar. Por tanto, la zona con centro en la actual plaza de Joaquín Elizalde está de celebración.
100 años, diez décadas, un siglo… un tiempo que da para mucho, y donde ya antes de llegar al XXI se hablaba de 'Lujo proletario'. Así definía este periódico un ya considerado en los 90 como «lugar privilegiado en el corazón de Logroño», dando cuenta de cómo una «barriada obrera apartada de la ciudad se transformó sin moverse en un conjunto residencial verde enclavado en la misma». Y ahora, quienes las habitan, también se refieren a ese «lujo».
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El lógico y consecuente crecimiento de la capital abrazó a la barriada que en 2025 aparece como una sucesión de casas de dos plantas blancas y con puertas y ventanas generalmente verdes, con jardín delantero y trasero (huertos durante años, casas de aperos incluidas), con abundante arbolado, delimitadas por las calles San Juan Pablo II, al sur, y Autonomía de La Rioja, al norte.
Diario LA RIOJA, aprovechando los 100 años de las afamadas 'Casas Baratas', ha reunido a varios de sus vecinos en una de sus calles, quienes presumen de barrio y tiran de historia, la que también tantas veces han leído en la farmacia que se ubica en las mismas, único negocio que acogen.
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Su origen se remonta a los años 20 cuando, tal y como recoge el ya excronista oficial, Jerónimo Jiménez, en su imprescindible 'Las calles de Logroño y su historia', «un determinado número de logroñeses decidió fundar una cooperativa de construcción a fin de resolver el grave problema de viviendas que Logroño tenía planteado», concretamente en el Círculo La Amistad y con un buen número de trabajadores de la Tabacalera (inspirándose en el movimiento de 'ciudades jardín' para obreros que se extendía por Europa a comienzos de siglo y acogiéndose a la Ley Nacional y al Reglamento para ello).
El proyecto, concebido por el arquitecto Fernando Salvador, entre otros, abarcó la posibilidad de construir 2.000 viviendas; aunque luego, la realidad, tozuda casi siempre, las dejó en muchas menos: 83, de distinta tipología, y agrupadas en un total de 16 pabellones (los que aún se mantienen y cuentan con normas específicas para ello en el PGM dadas sus características especiales). A ellas se unió la residencia sanitaria, el después San Millán (cuyas obras empezaron en 1948 no inaugurándose hasta 1952).
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De «lujo proletario» se hablaba en Diario LA RIOJA en los 90, cuando ya eran «un privilegiado lugar en el corazón de la capital»
Para su construcción se adquirieron 30.000 metros cuadrados de terrenos por 38.000 pesetas en la zona oriental de Logroño entre la carretera de Zaragoza, la vía del ferrocarril y el camino de Lobete (cuando la avenida de Colón era la frontera al oeste)...
«A tal efecto, al ingreso en la cooperativa se abonarían 5 pesetas de entrada y semanalmente la cuota de 1, 1,5 o 2 pesetas, según la casa que se deseara adquirir», cuentan los escritos que añaden que «tras formalizarse la entrega de la misma, se fijaba una cuota mensual de 40 a 50 pesetas, de forma que a los 25 años pasaban a propiedad» (costando entre 13.000 y 17.000 pesetas).
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