Ver 16 fotos
Gran mañana de vaquillas con una plaza llena como nunca para seguir la fiesta de anoche
El 'Gran Prix' celebrado en La Ribera antes del desfile de carrozas deja un multitudinario primer acto de domingo en el que el público no paraba de entrar una vez comenzado y gente en los vomitorios
J. C. / M. M.
Domingo, 22 de septiembre 2024, 11:28
Podrá haber San Mateo sin encierros y sin toros, pero las vaquillas, a día de hoy, son algo que no puede faltar en el ... programa de fiestas. Así ha quedado demostrado hoy en el primer acto de domingo, celebrado en La Ribera, con una plaza llena como nunca y un 'Gran Prix' que se anunciaba casi continuidad de las celebraciones de la noche de sábado (con la ganadería de Carlos Lumbreras de Lardero como invitada).
Hasta el alcalde, Conrado Escobar, lo comentaba en sus redes sociales. «Empezamos la jornada con lleno histórico en La Ribera», escribía. Otra cosa es que ello, visto lo visto con el aforo (oficialmente superior a las 11.000 localidades), haya provocado algunas críticas precisamente por razones de seguridad.
Noticia relacionada
Consulta el programa completo de actos de San Mateo 2024
Las riadas de logroñeses y visitantes bajando desde el centro hacia Madre de Dios a primera hora eran prueba evidente que de la entrada iba a ser de las que se recuerdan (o no). Y el atuendo de algunos de ellos dejaba también bien a las claras que la madrugada había cundido (de hecho, del ruedo han sacado a algunos inconscientes cerveza o calimocho en mano).
«Lleno total, y no deja de entrar gente», informaban los 'ojos' de Diario LA RIOJA en el coso logroñés donde los espectáculos sin muerte son los que atraen a más público. Y que el de este 22 de septiembre comenzase al ritmo del 'Thunder' (oficialmente Thunderstruck) de AC/DC, además, invitaba a pensar que lo que estaba por venir solo podía ser algo grande.
«Lleno histórico en La Ribera», escribía Conrado Escobar en sus redes sociales, con algunas críticas visto lo visto en el aforo de la plaza de toros
Cuatro equipos, cuatro. Rojo, blanco, verde y amarillo... que para algo son los colores de la bandera de La Rioja (justo hasta donde estaba la plaza de 'abarrotá') y esta es la Fiesta de la Vendimia. Y cuatro pruebas, otras cuatro. Casi lo de menos habida cuenta del jolgorio general vivido antes y después en el tendido (con no poca gente de pie).
Hermanos siameses (donde las parejas con un pantalón de solo tres piernas se afanaban por llenar vasos de agua), el juego de las sillas (con sus correspondientes disfraces)... con un público que seguía entrando todavía a esa hora, por cierto... relevos (dando vueltas a un cono, con lo que salían mareados y se caían), y bolos (esperando subidos en cubos a la espera, como no, de la vaquilla).
Ganó el equipo rojo, aunque a casi nadie le importó, y Hugo, del equipo verde, fue el mejor jugador por el mejor tancredo, esa suerte de aguantar unos minutos ganando el que no es derribado de su pedestal por el animal, tan aplaudido en el programa de televisión en el que se basa el 'show'.
Finalizado el concurso, con la plaza no solo llenas las gradas sino también parte de los vomitorios (de ahí las críticas), dieron comienzo las vaquillas propiamente dichas, para mayores... y para niños. Con buenos revolcones los primeros, muchas carreras los segundos y toda una fiesta, con el público bailando al ritmo de la música, para todos los presentes. Para algunos un gran epílogo de la noche de sábado.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión