El disfrute está en cada bocado

Todo estaba preparado para deleitar hasta los más exquisitos paladares. «He ido a las vaquillas y, ahora, a la degustación de la Peña La Uva. Es el último día de San Mateo y hay que disfrutarlo», explicaba Lucía Gil mientras aguardaba en la fila para degustar la brocheta de solomillo. «Merece la pena la espera, porque las peñas lo hacen bastante bien», destacaba.

Cerca de ella, Rocío Domínguez, al poco de terminarse el pincho, corroboraba que la espera merecía la pena, «ya no solo por la degustación en sí, sino por apoyar el trabajo de las peñas, porque unos sanmateos sin ellas serían como unos sanfermines sin toros, nada». Las degustaciones estaban siendo todo un éxito, de ahí que los presidentes de las peñas La Uva y La Rioja, Miguel González y Aitor Solano, estimasen vender las 2.000 raciones previstas.

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Al poco, una charanga amenizaba la espera en la plaza Martínez Zaporta, donde pasaron a ser frecuentes los bailes. «Llevamos veinte minutos aquí. Hemos ido antes a dos degustaciones y merecen la pena, porque son grandes y están bastante bien de precio», resaltaba Raquel Romero unos instantes antes de degustar la brocheta de sepia con alioli de la Peña Simpatía. Desde su interior, al frente de una de las planchas, Sergio Illera detallaba que tenían previsto vender 1.100 raciones. «La gente responde», destacó.

Las degustaciones, que también desarrollaron las peñas Aster y La Unión y la Asociación de Vecinos Centro Histórico, no fueron el único plato fuerte del día. Los logroñeses también pudieron disfrutar del Día del Peñista y de la concentración de calesas de la Casa de Andalucía. Tampoco faltaron los espectáculos, las marionetas o las concentraciones de las peñas.