Andrés Pascual descorcha San Mateo 2024: «Aquí el vino no sólo se bebe, aquí se vive»
El escritor logroñés firma el prólogo de las fiestas de la Vendimia y «despliega su corazón» con un pregón que se recupera tras 36 años
«Cuando me preguntan cuál es mi vino favorito, siempre digo que el mejor vino es el compartido. Por ello, en este prólogo a las fiestas de la Vendimia Riojana, me hace muy feliz compartir con vosotros lo que siento por esta ciudad que me vio nacer y que me ha dado, entre otras muchas cosas, una legión de lectores que cualquier autor del mundo querría para sí».
Así ha sido como Andrés Pascual, a través de la palabra como no podía ser de otra manera, ha comenzado a descorchar oficialmente San Mateo 2024. El escritor y conferenciante local, tal y como estaba previsto, «desplegó su corazón» con un pregón, recuperado tras 36 años, que ha supuesto la introducción de Logroño y sus gentes a prácticamente una semana de festejos.
El acto en cuestión, abierto al público y que se retoma con la intención de que se repita en años sucesivos «con el fin de ahondar en lo que caracteriza y distingue» a la capital de La Rioja, ha dado forma junto a la imposición de pañuelos a las vísperas de unas celebraciones que, ahora sí y a pesar de los pesares, ya están aquí –aunque el programa siga sufriendo cambios de última hora... y de primera–.
«Todo es parte de la tierra y regresa a la tierra (...) Todos los que estamos aquí somos esta tierra»
Por ello, Pascual ha hablado «de unas fiestas que nos hacen reír, que nos hacen cantar y brindar con cada trago, que nos hacen vislumbrar, al menos durante un instante, que el mundo está bien hecho». Y lo ha hecho recordando el pasado, viviendo el presente y mirando al futuro en una plaza del Ayuntamiento que ha ganado un segundo escenario para la ocasión.
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El también 'embajador' de la ciudad ha presumido de raíces, de ese «pilar fundamental» en su vida que, poco a poco y con el paso del tiempo, se coló en sus libros por derecho propio: «La Rioja, Logroño, mi ciudad, mi gente, mi tierra». Esa que marca el carácter de hombres y de mujeres, y de sus creaciones, caso del vino.
«Todo lo que existe parte de la tierra y regresa a la tierra (...) Todos los que estamos aquí somos esta tierra», ha lanzado su aviso a navegantes. «Si en esta ciudad somos lo que somos es porque unos y otros, aunque vivamos vidas separadas, y problemas separados, y sueños separados, incluso aunque a veces tengamos nuestros conflictos y nuestras peleas, nos sentimos conectados por las raíces. En lo más profundo nos ayudamos, nos protegemos y nos abrazamos», ha añadido.
«Cada vendimia es un nuevo reto, una nueva oportunidad de aprender y perfeccionarnos»
«Esto es lo primero que celebramos en las fiestas de San Mateo: el abrazo a los paisanos y, así mismo, el abrazo a los forasteros —como los llamamos por aquí— que se asoman a esta tierra», ha puesto de manifiesto con un texto salpicado por el buen vino y todo lo mejor que le rodea, especialmente cada septiembre.
«Cada vendimia, como la que ahora comienza, es un nuevo reto, una nueva oportunidad de aprender y perfeccionarnos. Así ha sido siempre y así ha de seguir siendo», ha sentenciado para aseverar que «me gusta sentirme cepa riojana y hacer mío este espíritu de superación» (un mensaje que ha tratado de lanzar en forma de novelas).
«Por eso tiene todo el sentido que las fiestas de esta ciudad lleven la vendimia en el nombre. Porque aquí el vino no sólo se bebe; aquí el vino se vive», ha espetado en uno de los momentos álgidos del texto.
«No importa que Logroño sea ni mejor ni peor (...) Lo importante es que somos únicos, como nuestras uvas»
Pascual ha presumido de logroñés. «No importa que nuestra ciudad sea más grande, ni más pequeña, ni mejor, ni peor que otras. Lo importante es ser conscientes de que somos únicos, como lo son nuestras uvas, y seguir apostando por la bendita diversidad y complejidad en matices que hemos alcanzado durante mil años de apertura de brazos al viajero».
Y de Logroño: «En mi caso, durante mi década y media como director del Aula de Cultura de Diario LA RIOJA, he tenido como invitados a decenas de personalidades de la cultura y de la ciencia de nuestro país. Y todos ellos, sin excepción, subían al tren de vuelta a sus casas diciéndome: 'Pero qué bonito es Logroño'».
Bonito, hospitalario y, por tanto, vivible. Y es que, al final, y he aquí el epílogo, «esto es vivir: celebrar cada momento». ¡Viva San Mateo! ¡Viva Logroño!