Días de fiesta, aires de felicidad
Aunque la jornada comenzó laborable, a media tarde ya funcionaba el mercado y se fue animando por momentos
Los globos de colores en Portales son una señal inequívoca de que Logroño está de fiestas. Y ayer había globos. Aunque el día empezó laborable, los críos, en los coles, rememoraron las tradiciones locales. Los de Jesuitas de una forma especialmente vistosa. Después hubo unos que, con sus familias, hicieron la maleta para irse a la playa, que eso también pasaba antes, y otros que se lanzaron a la calle logroñesa, algunos vestidos de época, que se pudo ver ataviados así a niños bien pequeños. Los de las ludotecas, que fueron a dar su pregón al Revellín, llevaron una camiseta con la bandera de Logroño, con la cruz de San Andrés. Sus familias se arremolinaron en el entorno para no perderse detalle de la actividad de sus chiquillos.
El mercado, que arrancó tranquilo, ganó animación por momentos. Había visitantes que recordaban los productos que les gustaban otros años y daban vueltas de un lado a otro por si el vendedor había decidido repetir. Junto a la plaza de la Oca, un puesto mostraba dragones de hierro y su responsable se encargaba de que, de vez en cuando, escupiera buenas llamaradas de fuego. Los juegos tradicionales tenían su hueco en la plaza del Mercado, donde tampoco faltaban elementos de tortura. Los días de fiesta han comenzado. Y los últimos fueron hace mucho.
