Vista de la parte de la plaza del Mercado donde aún se ubica La Galería, negocio comercial que cerrará a final de mes. Juan Marín

La plaza del Mercado pierde su último comercio con el cierre de La Galería

El emblemático local de material de bellas artes y manualidades, abierto desde 1982, ultima su adiós a finales de julio

Nuria Alonso

Logroño

Jueves, 24 de julio 2025, 18:30

Como la aldea gala que, impertérrita, sufría el acoso de los romanos en los cómics de Astérix imaginados por Uderzo y Goscinny. Así resistía La Galería ... , el último comercio vivo que aguantaba en la plaza del Mercado de Logroño. Pero a diferencia de los galos, la propietaria de tan emblemático establecimiento que lleva más de cuarenta años surtiendo de pigmentos, útiles artísticos y de manualidades a medio Logroño, Begoña Echevarría, no dispone de la pócima mágica que sí obraba maravillas en las escaramuzas galas contra la todopoderosa Roma.

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Y, lamentablemente, no llegará a festejar el 43º aniversario (se quedará a dos semanas de celebrar el que sería su cumpleaños, el 16 de agosto) de su apertura porque La Galería echará la persiana a final de este mes dejando la plaza del Mercado huérfana de comercios. Resulta paradójico que la denominación que bautiza a este céntrico emplazamiento y que alude al carácter mercantil y comercial de su origen se quede a partir de agosto en un recuerdo que pervivirá, si nada lo remedia, en la memoria de los nostálgicos.

El inminente adiós de La Galería culmina el goteo de cierres de negocios que han ido abandonando en los últimos años la plaza del Mercado, epicentro antaño de tiendas de mil y un hallazgos y actual sede de buena parte del ocio nocturno de la ciudad. El penúltimo local en liquidar su negocio fue el cercano El Barato, otro cierre que se materializó hace apenas dos años y que causó conmoción entre buena parte del vecindario. Y antes que eso, La Casa del Corcho y Confecciones Arrieta también tuvieron que cesar en su actividad en un entorno, el de los 'portalillos' de la plaza del Mercado que ahora se queda sin comercios y que cede todo el protagonismo a los locales de restauración y hostelería.

Colorido interior del establecimiento de La Galería. Juan Marín

La dueña de La Galería, Begoña Echevarría, ha decidido mantener la discreción hasta el último momento y, aunque irá informando a sus clientes de la inminente clausura, prefiere irse sin hacer ruido, casi sin hablar, como se abstraen ensimismados en sus pinceladas los artistas a los que ha surtido durante más de cuatro décadas.

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Futuro descorazonador

La que, en cambio, alza la voz descorazonada por este nuevo cierre es la presidenta de la asociación Logroño Casco Antiguo, que aglutina a negocios de todo tipo de esta zona de la ciudad. Manifiesta Amaia Tomé que «es una pena tremenda» asistir a otra despedida en el Casco Antiguo. Dice sentir «mucha tristeza» ante una situación que ha visto repetida en demasiadas ocasiones pero que entiende a la perfección. Ella misma, como propietaria de la tienda Atipyca en la calle Portales, admite que este ha sido el peor año desde que abrió hace trece años: «No se ayuda al emprendimiento, pagamos alquileres altos, muchos impuestos, autónomos... y ves que no es rentable». Achaca al feroz comercio 'on line' buena parte de las culpas de que los locales de toda la vida se vean abocados al cierre:«La gente compra en las grandes plataformas 'on line' (Amazon, Shein, Temu...) que no dejan un euro en impuestos en España y, salvo por una clientela fiel que a duras penas mantenemos, sentimos que no vale la pena porque nuestros márgenes son mínimos».

«Me consta que es una sensación que compartimos los que gestionamos un pequeño comercio: estamos desanimados y preocupados ante un futuro nada alentador», relata Amaia Tomé. «No hay relevo generacional porque no merece la pena el esfuerzo», zanja la comerciante con evidente pesar.

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