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La Gran Vía de Logroño en 1965, con los Cines Olympia en medio. L. R.

Los cines que ha perdido Logroño

Las salas de la capital riojana han vivido épocas de esplendor en los 60 y a comienzos del nuevo milenio, pero ahora solo resisten abiertos los multicines 7 Infantes y Yelmo

Diego Marín A.

Logroño

Domingo, 4 de febrero 2024

El cierre de un cine es como la clausura de un monasterio. Claro que los hay de muchos tipos. Como los Ábaco de Parque Rioja, ... de los que, aunque llegaron a copar el 40% del mercado logroñés, ya no se acuerda ni echa de menos casi nadie desde que cerraron en 2013 por la crisis de Bankia. Aquellos fueron, hasta los Moderno, los últimos cines en cerrar en Logroño de una larga nómina. Sin embargo, los Dúplex, el Sahor y el Astoria formaron una triada de salas en una sola manzana que supusieron durante muchos años el único refugio de ocio de la ciudad, la pillería que fomentaron los primeros asistiendo con una sola entrada a dos películas cambiando de sala de una sesión a otra, las colas que se formaban en San Antón para asistir a determinadas películas de los segundos o la programación levemente alternativa de los terceros, proyectando, por ejemplo, películas de los Monty Python.

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La cartelera 'on line' de los Cines Moderno se ha quedado anclada en el último título de la saga de 'La Guerra de las Galaxias', 'El ascenso de Skywalker'. Los Moderno cerraron en noviembre de 2020 por la pandemia y por el auge de las plataformas digitales. Su antecesor Teatro Moderno se inauguró el 18 de septiembre de 1913, se reformó en 1945 para convertirlo en cine, el 1 de abril de 1991 un incendio provocó su cierre y en el 2002 se reabrió, hasta 2020. Ahora una plataforma ciudadana promueve su reapertura y parece haber empresarios interesados en coger las riendas.

Los cines Astoria, los Duplex y los Sahor. L.R.

Una historia comparable de cierres y aperturas han vivido los actuales Cines 7 Infantes, que abrieron el 11 de noviembre de 1994 como Golem siendo los primeros multicines de La Rioja. En 2009 se rebautizaron como La Colmena y poco después cerraron. En 2013 los Golem reabrieron como 7 Infantes, y hasta hoy, salvo el paréntesis obligado en todas las salas por las restricciones de la pandemia de 2020 a 2021. Y los Cines Yelmo del Centro Comercial Berceo abrieron en 2004 y cerraron en 2007 para reabrir en 2009, con otro obligado paréntesis durante la pandemia.

Hubo una época no muy lejana, superada la piratería y previa a las plataformas, en que las salas parecían experimentar un nuevo auge. Fue en 2016 cuando coincidían abiertos en Logroño los multicines Cines Moderno, Yelmo y Siete Infantes, además de los vecinos Las Cañas en Viana y de la Filmoteca Rafael Azcona (Sala Gonzalo de Berceo), cuya sede se localizó en 2012 en lo que fue el Cine Rialto (1947-1960) y antes el Cinema Social (1924-1947). El entonces presidente de la Asociación de Empresarios de Cines y Locales de Ocio de La Rioja, Félix Abel de la Cruz, reconocía a este periódico años antes que, con 45 salas en los multicines de Logroño y la vecina Viana, «se ha llegado a un grado de saturación importante».

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El primer cine de Logroño fue el Doré, abierto en 1912 y que, según cuenta el historiador Francisco Bermejo, solo duró cinco meses y fue impulsado por la cupletista Mariquita Gurgui. Tuvo éxito pero también una fuerte competencia en el Teatro Bretón y el Frontón Beti Jai (después Cine Diana), que entonces comenzaron a proyectar películas. El Beti Jai no fue el único frontón que también funcionaba como cine. Existió igualmente el Frontón Cinema del Revellín (1940-1969). Antes ya existía el cine Olympia (1929-1971), abierto en plena Gran Vía cuando esta suponía el límite de la ciudad y por allí circulaba el tren.

Posteriormente, con el desarrollo de la industria cinematográfica, se fueron abriendo más salas en la capital riojana, como Alhambra (1945-1967), a la que sucedió Astoria (1969-2000), en República Argentina; el Avenida (1951-1986), en lo que hoy es la Sala The Hangar, y el Atenea (1963-1971), en lo que luego fue el Mercado Patricia.

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Así, en 1965 Logroño contaba con los cines Alhambra, Avenida, Diana, Olympia, Rialto, Frontón y Atenea, además de los teatros Bretón y Moderno. Después llegaron el Sahor (1966-1996) y los Dúplex (1978-1996), de la familia Ortega, igual que el Astoria, en el espacio que hoy ocupa Zara. Y más tarde, los 7 Infantes, Ábaco (Parque Rioja: 2006-2013) y Yelmo.

Todos estos últimos cines de Logroño los ha conocido Isabel Ribote, periodista y presidenta del Cineclub Elarrebato de Logroño, para quien «el cierre de un espacio cultural siempre me produce tristeza, y si es un cine, mayor todavía». Frente a la inmediatez del contenido audiovisual que prefieren los jóvenes actualmente, Isabel Ribote defiende como algo mágico «la comunión entre las personas que comparten la experiencia de ver una película en la pantalla grande» y el debate a la salida de la sesión para potenciar las relaciones y el diálogo. «Recuerdo como si fuera ayer cuando acudí a ver 'Entrevista con el vampiro' en los Dúplex y volví a verla el día siguiente. La gente llenaba las salas», expone Ribote.

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Cuentan que una pareja acudió a ver 'Sin perdón', de Clint Eastwood, y al salir del cine él preguntó a ella si le había gustado la película y al contestar que no, él se marchó, dando por concluida la relación. Indudablemente, el cine puede cambiar vidas. O podía. Ahora, como mucho, uno se puede ir enfadado a la cama.

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