Un palacio oculto aún por descubrir
El parking provisional del entorno del convento de Valbuena y del Cubo del Revellín esconde la planta de la que fue la sede del Santo Oficio de la Inquisición desde el siglo XVI al XIX
Hubo un tiempo en el que del PERI Excuevas-Cuarteles se habló tanto en Logroño como ahora del soterramiento. No en vano, igual que ... el proyecto de integración del ferrocarril aspira a cambiar el sur de la capital de La Rioja tal y como se conoce, el citado plan especial de reforma interior constituía en su día toda una operación de reordenación urbanística del norte de la ciudad, un ambicioso plan que inició su andadura con su redacción en 1995 quedándose, en el mejor de los casos y tras años de idas y venidas, a medias. Solo el tiempo dirá si como el soterramiento, pues el mismo aún no ha visto culminada su primera fase, pero eso ya es otra historia.
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La que ahora vuelve a centrar buena parte de la atención, la del PERI en cuestión, incluía la recuperación del patrimonio en su ámbito espacial –se trataba de una zona de gran valor arqueológico e incluso se hablaba de un macroparque– y, así, a primeros de los 2000, se sacaron a la luz los restos del antiguo convento de Santa María de Valbuena. También se llevó a cabo la restauración del Cubo del Revellín, de su foso y de parte de las murallas. Sin embargo, no todos los tesoros que guardaba el entorno fueron puestos en valor.
El derribo de los números pares de la calle Norte –recordar que también desapareció la calle Intendencia dejando expedito un solar de más de 9.000 metros cuadrados–, lo que iba a servir para ampliar el parque del Ebro, dio como resultado el descubrimiento en el 2004 de los restos de lo que en su día fue el Palacio de la Inquisición, donde se presuponía que estaban. Los mismos fueron hallados por los arqueólogos Juan Manuel Tudanca y Carlos López de Calle, junto a más de 600 cadáveres en fosas comunes procedentes principalmente de la peste de 1564.
La planta de la sede del Tribunal del Santo Oficio, incluida la cárcel anexa, se destapó y se cubrió a la espera de qué hacer con ella, convirtiendo la gran explanada en un no menos gran aparcamiento provisional en vísperas de la exposición 'La Rioja Tierra Abierta' 'tapando' en el 2006 un año de estudios arqueológicos aplazados desde entonces 'sine die'.
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Las excavaciones arqueológicas sacaron a la luz las piedras de tan notable edificio, que al parecer se levantaba sobre un antiguo convento de Mercedarios, con una superficie aproximada de unos 1.200 metros cuadrados. Más de una década después, el equipo de Gobierno de PSOE, UP y PR+ quiere poner fin a la espera y reiniciar el debate. ¿Qué hacer con un parking que bajo su asfalto esconde lo que esconde a la espera de ser mostrado?
Diario LA RIOJA ha recuperado las imágenes de aquellos años, cuando afloraron los restos para sorpresa de propios y extraños. El Palacio de la Inquisición en La Rioja, nada más y nada menos, el que instruyó entre otros procesos el que llevó a la hoguera a las brujas de Zugarramurdi (1610).
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Jerónimo Jiménez, quien fuese cronista oficial de la ciudad entre el 1975 y el 2003, escribió del hoy desaparecido edificio de la Inquisición en 1987 al ocuparse de la calle Norte en su obra 'Las calles de Logroño y su historia', que actualizada, revisada y ampliada por sus hijos Fernando y Cristina (tras su fallecimiento en el 2003) se hicieron eco de su excavación y cubrimiento.
«Uno de los edificios correspondientes al Santo Tribunal de la Inquisición y la cárcel aneja estaba ubicado enfrente del Cubo del Revellín, cruzando la calle Norte», cuentan. «Los terrenos de la calle Norte y colindantes, desde 1570 –fecha en que el Tribunal se instala en Logroño trasladado desde Calahorra– hasta principios del siglo XIX, fueron testigo de los desfiles que la Inquisición organizaba con motivo de la celebración de sus autos de fe, y cuya tétrica comitiva se trasladaba hasta más allá del otro extremo de la capital, concretamente hasta el término 'Los Quemados', denominación de clara concomitancia con los métodos empleados por la Inquisición, y que hoy conocemos con el nombre de 'Pozo Cubillas'», recuerdan en su texto.
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«El edificio de la Inquisición fue incendiado por las tropas francesas de Napoleón cuando ocuparon Logroño entre los años 1808 a 1813; no obstante, sus legendarias piedras, especialmente las situadas en la parte que miraba al Ebro, sirvieron como parte del muro defensivo que rodeó Logroño y que, construido durante los años 1837-1839, fue totalmente desmantelado en 1861», concluyen en una obra de obligada consulta.
Opinión
Hoy, algunas de esas piedras que ocultan la capa de asfalto y centenares de coches vuelven a estar encima de la mesa. «No será técnicamente una consulta, sino un proceso participativo en el que también se posicionará el equipo de Gobierno», adelanta el concejal de Patrimonio y Centro Histórico, Adrián Calonge. El debate está abierto y la Inquisición, 200 años después, espera su propio juicio.
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Un debate a la espera de «proceso participativo»
Diario LARIOJA desvelaba hace semanas que el Gobierno municipal abrirá el debate con un «proceso participativo» : o destapar el 'yacimiento' o acondicionar el aparcamiento.
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