Una mancha en medio de la piscina
Desagradable hallazgo. La aparición de heces en el vano principal de Las Norias obligó el sábado a acotar y limpiar la zona afectada
Cuando el calor aprieta, pocos lugares son tan socorridos como las piscinas, ya sean municipales o comunitarias privadas. Y pocas situaciones pueden generar más fastidio ... en los usuarios que el cierre o la clausura de una de estas instalaciones acuáticas. Más cuando el termómetro marca los cuarenta grados y no hay cerca ningún otro alivio térmico posible.
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Sin embargo, esta situación de cierre temporal de las piscinas se está repitiendo a lo largo de este verano en localidades de toda España. Y por una razón nada edificante: restos de heces en el agua. Unas veces por apuro, otras por desidia y, en los casos recientes más reprobables, por un reto que se ha vuelto viral y cuya 'gracia' consiste en defecar en una piscina pública y difundir la 'gesta' en redes sociales.
Pero, ¿cómo se ha de proceder en una de esas escatológicas situaciones? No es un asunto baladí, pues en la materia fecal humana conviven bacterias y gérmenes, cuyo contacto puede incidir negativamente en la salud de quien se expone a ellos. De ahí que cuando 'aparecen' restos de heces en el agua de la piscina, muchos se echen a temblar. Ocurrió el pasado sábado por la tarde en las instalaciones municipales de Las Norias, cuando los bañistas que aliviaban el calor sofocante se toparon con un desagradable 'hallazgo' en el vano principal de la instalación acuática logroñesa.
El procedimiento, según indican fuentes municipales a este periódico, se adoptó de forma inmediata. Primero se acotó la zona afectada de la piscina principal con una malla o red específica para estos menesteres; a continuación, se procedió a la retirada de los restos fecales y se desecharon. Fue seguidamente cuando se realizaron análisis del agua tanto en el área marcada como en el resto de la piscina para comprobar que todos los parámetros de cloro, pH y demás componentes químicos estaban dentro de los parámetros correctos. Efectuadas las comprobaciones pertinentes, se retiró el acotamiento de la zona 'manchada' y se reinstauró la normalidad.
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Los responsables de las instalaciones de Las Norias aseguran que es la única vez que ha sucedido un episodio de estas características este verano y que en todo momento se ha cumplido la normativa estatal (Real Decreto 742/2013, de 27 de septiembre, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de las piscinas) y autónomica (Decreto 2/2005, de 28 de enero, por el que se aprueba el reglamento higiénico-sanitario de piscinas e instalaciones acuáticas de la CAR) que rige sobre todas las piscinas de uso público, con independencia de que la titularidad sea pública o privada y estén ubicadas en la comunidad autónoma de La Rioja.
También precisan desde el Ayuntamiento de Logroño que la piscina grande de Las Norias, debido a su envergadura y su amplia capacidad, de más de cinco millones de litros de agua, dispone de una medición permanente de los niveles de cloro y demás componentes que se vierten. De hecho, está controlada las 24 horas del día, apuntan en referencia a la mínima afectación que puede provocar actos como el del sábado.
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Sin embargo, el rechazo a estas conductas de mal gusto queda patente, dicen las mismas fuentes municipales, que trasladan que los esfuerzos y la vigilancia en el cumplimiento de la normativa, incluidas las vigentes ordenanzas de convivencia y limpieza, no descansan.
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