Logroño presentará tras el verano la candidatura a Capital Verde Europea 2023
La ciudad elegida recibe 600.000 euros y dispone de algo más de un año para prepararse para ser la Capital Verde Europea
la rioja
Viernes, 17 de julio 2020, 12:36
Logroño presentará tras el verano, probablemente en octubre, su candidatura para convertirse en Capital Verde Europea en 2023, un distintivo que reconoce el trabajo hecho en una ciudad para cumplir diferentes indicadores de sostenibilidad, entre otros aspectos, con su movilidad, la gestión de residuos o sus zonas verdes.
El alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, y el presidente de la Comisión para la Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso, Juan López de Uralde, han informado este viernes del proceso de preparación de esta candidatura, en la que la capital riojana quiere ser la segunda ciudad española en lograr la capitalidad verde, tras Vitoria, que lo logró en 2012, según recoge Efe en una nota.
Ambos han considerado que además de optar a tener esta distinción, que en 2020 corresponde a Lisboa, «es importante el proceso y el camino» que obliga a la ciudad a trabajar en el cumplimiento de hasta 12 parámetros que miden su implicación con el Medio Ambiente y el compromiso de los ciudadanos con estas medidas.
«El camino y el proceso que iniciamos en Logroño cuando pensamos que nuestra ciudad puede optar a Capital Verde Europea, vamos a presentar este año nuestra candidatura y seguiremos trabajando en años sucesivos hasta lograr estar entre las mejores», ha dicho el alcalde.
Ha explicado que es importante que este proyecto cuente «con la participación y la implicación de todas las personas, colectivos y empresas» para lo que próximamente se organizarán actividades de participación ciudadana vinculadas con todas las áreas que se valoran en el concurso para lograr que todos sintamos que se trata de un proyecto conjunto«.
«Es importante entender que optar a ser Capital Verde Europea es involucrarse en un proceso de mejora continua para Logroño y eso es lo que realmente importa», ha incidido Hermoso de Mendoza.
«Nuestro objetivo», ha incidido el alcalde, «es conseguir una ciudad más sostenible, más segura y más saludable« y »esto se hace con políticas que nos encaminen a ello en las que trabajamos desde que iniciamos el mandato por una ciudad que persiga un desarrollo urbano sostenible y para ello estamos dando los pasos adecuados«.
Porque, a su juicio, el COVID-19 «ha puesto de manifiesto que es necesario que el reparto del espacio público cambie» y se ha propuesto «trabajar para ello, por responsabilidad en respuesta a la emergencia sanitaria, y porque nuestro modelo de ciudad pasa por la mejora de la calidad de vida de las personas».
El alcalde ha mostrado su convencimiento que tanto las anteriores corporaciones como los grupos políticos de la actual «coincidimos en querer una ciudad más amable y más verde» en la que «tengamos más calidad de vida y sea más amigable».
Además, el realizar este trabajo para la capitalidad verde «también es una oportunidad de crecimiento» ha asegurado, ya que «existe la capacidad de atraer talento hacia una economía verde y generar empleos verdes».
En esta misma línea, López de Uralde ha subrayado que «la lucha contra el cambio climático es la lucha por tener más calidad de vida», algo que, a su juicio, ha puesto de manifiesto la crisis sanitaria «que ha demostrado que las personas no quieren vivir en ambientes contaminados y hostiles».
«Una salida de la crisis en verde»
Ha abogado por «una salida de la crisis en verde» en el que «las ciudades son un elemento troncal» y ha puesto como ejemplo la capitalidad verde de Vitoria en 2012, que el conoce de primera mano al ser alavés -ha dicho- «en donde se puso de manifiesto la importancia de todo lo que hay que hacer para conseguir esa distinción y que solo recorrer el camino ya es algo positivo».
Por ello ha incidido en la importancia de que Logroño «tenga la ambición» de lograr la máxima calidad en los indicadores que se miden para este proyecto y ha incidido en su apoyo «con la mano tendida» desde la comisión del Congreso que preside.
Doce indicadores ambientales
Las ciudades candidatas al título de Capital Verde Europea, ha detallado el Ayuntamiento en un comunicado, se evalúan inicialmente sobre la base de doce indicadores ambientales que son calidad del aire, ruido, residuos, agua, naturaleza y biodiversidad, uso sostenible del suelo, economía verde y eco-innovación, medidas de mitigación del cambio climático, adaptación al cambio climático, movilidad urbana sostenible, eficiencia energética y gobernanza.
Cada uno de los indicadores es evaluado de forma independiente por un panel de expertos internacionales en sus respectivos campos; así se realiza una preselección de ciudades a las que se invita a presentar su proyecto en la segunda fase del concurso y se selecciona a aquella que demuestre una mejor integración de los 12 temas en un proyecto común apoyado por la ciudadanía.
La ciudad elegida recibe 600.000 euros y dispone de algo más de un año para prepararse para ser la Capital Verde Europea, actuando como embajadora del modelo europeo de desarrollo sostenible y de sus políticas medioambientales, en el marco del programa acción medioambiental de la UE «Vivir bien, dentro de los límites de nuestro planeta».
Un total de 12 ciudades han recibido el título de Capital Verde Europea: Estocolmo (2010), Hamburgo (2011), Vitoria-Gasteiz (2012), Nantes (2013), Copenhague (2014), Bristol (2015), Liubliana (2016), Essen (2017), Nimega (2018), Oslo (2019), Lisboa (2020) y Lahti (2021).