Ver fotos
Los cimientos del Logroño moderno
El itinerario 'Ilustres desconocidos' guió ayer por el legado arquitectónico de Luis Barrón | El paseo, que forma parte de Artefacto, transmitió la decisiva contribución deBarrón en la transformación de la ciudad medieval a la burguesa
Si Logroño es hoy como es, se debe en buena medida a Luis Barrón. Esta constituye la principal lectura que extrajeron ayer los participantes ... en el itinerario guiado por el colectivo de jóvenes arquitectos logroñeses enBlanco por los principales edificios que proyectó el que fuera el arquitecto municipal de Logroño a finales del siglo XIX.
Desafiando al frío y a ratos de lluvia, una treintena de personas se dejó conducir por rincones que forman parte del itinerario diario y sentimental de cualquier vecino de la capital riojana. Y es que el paseo guiado 'Ilustres desconocidos', que forma parte del programa cultural de Artefacto, persigue dar a conocer cómo se produjo el desarrollo urbano de la ciudad y quiénes fueron sus artífices destacados. En ese empeño llevan desde hace tres años el colectivo enBlanco, jóvenes formados en Arquitectura en otros puntos del país y que, a través de esta iniciativa, buscan aprender ellos mismos y divulgar entre otros logroñeses la configuración arquitectónica de la hoy capital de La Rioja.
Pero hace más de un siglo, el Logroño de las postrimerías del siglo XIX se enfrentaba al desafío mayúsculo de pasar de ser una ciudad medieval a una ciudad burguesa.
Entre sus proyectos icónicos, figuran la Gota de Leche, el instituto Sagasta y la Tabacalera
Una encomienda que cayó en manos de Luis Barrón, arquitecto municipal desde 1881 y quien en 1893 rubricó el Plan General de Alineaciones, el primer proyecto de ordenación urbana de Logroño y por el que la ciudad comienza a expandirse más allá de la muralla. Y justo ahí al lado, en el edificio de la Gota de Leche (antiguo laboratorio químico y centro de beneficencia) arrancó ayer una visita guiada que tuvo como otras escalas los edificios de la antigua fábrica de tabacos (que actualmente albergan el Parlamento regional, la Biblioteca de La Rioja y la sala de exposiciones Amós Salvador), el inmueble para central de la Electra-Recajo (hoy Casino de Logroño), la clausurada sedería Villa de Madrid (en la confluencia de las calles Portales y Sagasta), las viviendas de Muro de Cervantes (ahora sede del Ateneo Riojano), el instituto Sagasta, el antiguo matadero municipal (reconvertido en Casa de las Ciencias) y las instalaciones de Bodegas Franco-Españolas, donde el recorrido finalizó con otra visita por los calados y un vino.
Figura clave
«Luis Barrón es una figura clave en el desarrollo arquitectónico de Logroño porque su trabajo coincidió en el tiempo con el derribo de las murallas y la evolución del casco antiguo en ensanche», contextualizó Rocío García, de enBlanco.
A lo que Sonia Moral, del mismo colectivo, añadió que se trata del arquitecto del que más inmuebles se conservan en la ciudad «por el propio valor de estos edificios». Inmuebles públicos, pero también privados, nuevos pabellones fabriles, viviendas y portadas de establecimientos comerciales. Todos imbuidos de la corriente historicista de la época, con algunos toques de modernismo como se puede apreciar en el extinto comercio Villa de Madrid.
Siguiendo los cánones del historicismo, los edificios salidos de los bocetos de Barrón se caracterizan por su estilo clásico y por la austeridad visual y las simetrías. A Barrón le tomó el testigo Fermín Álamo, otro de los arquitectos que asentó los cimientos del Logroño moderno. El itinerario por el legado arquitectónico que dejó Álamo será objeto de la segunda visita de 'Ilustres desconocidos', la que partirá el próximo día 16 a las 10.30 horas de la Gota de Leche.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión