Turno para la plaza de los Tilos

Las obras en la plaza de los Tilos, incluidas dentro de los presupuestos participativos como una de las propuestas de la zona Este de la capital riojana, serán ejecutadas por Eduardo Andrés S. A. por un importe de 95.772 euros tras una baja del 25,8% sobre el precio de licitación. Una actuación que consistirá en la renovación de los pasillos de la plaza que son de gravilla por adoquín de hormigón, así como de las hileras de los alcorques que también se realizarán en el mismo material.

Adoquines de hormigón de seis centímetros de espesor y de varios colores (gris, arena y rojo) que servirán para dar respuesta a una de las principales quejas vecinales, desde donde se venía denunciando hace tiempo los problemas que suponía el suelo de tierra tanto en días de lluvia, como de viento, como de excesivo calor... «Se necesitaba un cambio de pavimento, y lo agradecemos», sentencia Carlos Martínez, presidente de la asociación de vecinos de Lobete.

Lo cierto es que, pese a que desde el colectivo se aplaude tal cambio, el sentir general es que la reforma prevista se antoja insuficiente. «Son tiempos en que toda mejora es buena, pero echamos de menos una actuación más ambiciosa y vamos a seguir reivindicándola... una pérgola como Dios manda, un estanque de menor tamaño pues el existente está lleno de la propia suciedad que cae del arbolado, y renovar las zonas verdes, que no pasan por su mejor momento», enumera Martínez.

Si bien se va a actuar en una superficie de 2.170 metros cuadrados y se instalarán dos mesas para juegos y se renovarán 24 metros lineales de vallas, desde la asociación quieren más. «Queremos una plaza como las demás, ni más ni menos», concluye Martínez.

«Se va a actuar según las demandas de los vecinos, en el pavimento, que presentaba problemas, cinco bandas de gravilla y seis de alcorques, y se instalará un arenero, además de 25 bancos y papeleras», explica Sáinz Yangüela, quien asegura estar en contacto permanente con la asociación de vecinos de Lobete con motivo del soterramiento y, de paso, recuerda que en el mismo barrio se van a sustituir próximamente los 340 metros cuadrados de zona de juegos infantiles correspondientes a la plaza Joaquín Elizalde.