Sin respuesta en ambas áreas

Evitó algún gol, sobre todo en esos líos que se formaban en su área. Ahora bien, no se puede decir que su zaga le facilite la labor.

Con muchos problemas en la primera mitad para sujetar a Cedric (de hecho pudo con él) y sin fútbol en la segunda, mientras jugó en el centro del campo.

Un error suyo acabó en gol anulado en la primera mitad, pero tuvo mucho más. Le ganan en el mano a mano con suma facilidad y pese a alcanzar los 190 centímetros no domina el juego aéreo. Y debía ser el líder de la zaga.

El cambio de categoría exige más, aún está verde y ya no tiene un maestro a su lado. Pudo marcar, pero se ve involucrado en graves errores defensivos en cada partido.

Mejor en la segunda mitad, por la banda derecha. En la izquierda cumple, pero se le ve ahogado.

Por su pase de gol se le puede dar la titularidad, pero hay que exigirle mucho más, aunque mientras siga en la indefinición entre ataque y defensa es difícil calibrarle.

Sufre en esta categoría. Si el partido es sosegado aparece más, pero si se altera ya no domina los tiempos.

Es el reflejo del equipo. Si se va al ataque, el bloque sufre defensivamente porque no hay otro que saque el balón; si defiende, el conjunto le añora cerca del área rival.

No fue un correcaminos como antes de lesionarse, pero es comprensible. No jugaba desde el 20 de diciembre. Ahora bien, puso tres balones de gol, los dos en acción de estrategia soberbios y nadie los remató.

Un jugador que marca en la UD Logroñés aspira directamente a ser el mejor del equipo. Mesa trabajó, no decayó ante tanta falta señalada, y al final tuvo su premio, aunque no el triunfo.

Más activo que en otros compromisos, con más contacto con el balón, pero fuera del área. Dentro no remata. Malo para un delantero.

No aportó, no estuvo fino. Ni siquiera en ese trabajo defensivo que tan bien hace, a pesar de ser atacante. En la jugada del gol puede hacer más en su inicio.

Le dio otro aire al carril derecho, provocó dos amonestaciones y se ofreció. Aprovechó al máximo los minutos.

Sin apenas tiempo sobre el césped y, además, se encontró con su equipo hundido en el área.

Nada de nada, salvo una amarilla innecesaria.