Por unos pocos centímetros
Álex Pérez, en dos ocasiones, y Paulino, con un zurdazo ajustado, chocaron con los postes de Óscar, que evitaron la victoria
Por centímetros. La UD Logroñés mereció mucho más en la final disputada este domingo en Castalia. Los de Sergio Rodríguez se mostraron más ... valientes a la hora de buscar los tres puntos pero el destino quiso amargar a ambos por igual. Los riojanos se traen un punto que sabe a poco pero que, de momento, les mantiene fuera de los puestos de descenso.
Básicamente, el equipo blanquirrojo expuso más ambición y gozó de las mejores ocasiones para llevarse el bote. Pero el fútbol es caprichoso, a veces demasiado. En estas instancias, el buen fútbol no basta. Este domingo, el triunfo se le negó al conjunto riojano por los palos, por esos escasos centímetros que pueden separar una madera de un gol que podía suponer dar un golpe casi definitivo en esta agonía que se ha convertido el último tramo de la liga.
Era un partido de vida o muerte en Castalia. La UD Logroñés apostó por lo primero, por encontrar el oxígeno necesario para poder jugar el año que viene en el fútbol profesional ante su público en Las Gaunas. Quizá los hombres de Sergio Rodríguez, a quien se vio muy nervioso en las gradas de Castalia, con demasiado orden y menos verticalidad de la esperada. La imprudencia, muchas veces, suele preceder al desastre. Y un equipo precavido puede valer por dos cuando queda tan poco por jugar (cinco jornadas) y tanto por ganar o perder.
La solución parecía estar arriba, en las alturas. Pablo Bobadilla la tuvo en el primer córner, pero su testarazo, después de un pisotón que el VAR no quiso ver -partido demasiado sensible para mojarse- se marchó desviado. Y después de aciertos y errores, sobre todo en la salida del balón por parte de los riojanos, llegaron los verdaderos protagonistas de la tarde: los palos. Y un actor principal: Álex Pérez, que estrelló dos balones en la madera. Por centímetros...
El primer encuentro agrio entre el defensor central y el travesaño fue en el minuto 40, cuando su misil desde el punto de penalti, y después de controlar con calidad con el pecho, acabó rebotando con violencia en el larguero. Para ese entonces, el Logroñés, que tuvo a Damián Petcoff en plan estelar, había demostrado merecer algo más que su rival.
El segundo «uyyyy» que gritó a kilómetros de distancia la afición riojana ocurrió en el 64, después de que el Castellón avisara con dos ocasiones claras que Ortuño desperdició. Esta vez los centímetros se le quedaron cortos a Paulino de la Fuente, que estrelló con un zurdazo en el palo un buen centro de Iñaki, que este domingo protagonizó un duelo riojano con el canterano del Balsamaiso y Valvanera, Adrián Lapeña. Malditos centímetros.
El tercer choque entre el cuero y el larguero de la portería defendida por Óscar tuvo lugar a veinte minutos del final. A balón parado, Álex Pérez se elevó por encima de sus marcadores (pudo haber penalti a Medina) y cabeceó al travesaño. Esta vez el gol se le negó al equipo blanquirrojo por milímetros, que es lo que puede dar una salvación.
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