Iñaki es el elemento desequilibrante

Solo tuvo que intervenir en dos ocasiones, a disparos de Zarfino y logró dejar, además, su portería a cero. No midió bien en algunos balones aéreos.

Mejor que en otros días. En defensa, donde no le superaron, y en ataque, pues se prodigo más y con criterio, pero sin acierto en el ultimo pase.

Más tranquilo que en otros partidos, si bien el Tenerife no fue un equipo incisivo a pesar de buscarle la espalda a la zaga, pero sin precisión. Debe trabajar la salida del balón.

Sin pasar apuros, pero debe anotar sus errores para solventarlos. No se puede esperar el balón dentro del área ni pensar que por estar delante tienes la posición ganada. Y hay ocasiones en las que es mejor despejar de cabeza que errar de manera acrobática con el pie.

Nono no le superó, pero no manejar la pierna izquierda absolutamente nada le limita al jugar por el carril izquierdo. Limita su salida y condiciona la del equipo, porque casi siempre busca el balón interior.

Trabaja y mejora prestaciones. Debe tener cuidado porque cuando llega tarde al balón es muy espectacular y fácilmente sancionable. Cuando recibe debe mirar más hacia adelante y evitar la insistencia en tocar hacia atrás.

Más suelto sobre el césped. Necesita el contacto continuo con el balón y también jugar cerca del área. Este sábado, dos remates más, aunque sin gol.

No fue el jugador desequilibrante de otros partidos, porque dio la sensación de acusar el cansancio cansancio de la semana. Jugador importante, debe comenzar a elegir mejor los tiempos del partido.

Se acaban los elogios. Repitió en el centro del campo, generó peligro por su banda, ayudo en defensa y marcó fruto de la pasión, a veces en exceso, que pone en cada partido que juega.

Partido de enorme trabajo. Sigue sin fabricarse ocasiones de gol, pero ayuda mucho con sus caídas a los laterales para el toque de apoyo y para abrir espacios.

Si fuera por goles, pasaría desapercibido, pero se desgasta mucho en defensa y tampoco recibe balones claros como para macar.

Hacía mucho tiempo que no jugaba el polaco. Entró en un momento de sacrificio colectivo más de que brillo ofensivo, donde es más visible.

Entró para trabajar en el centro del campo y eso es lo que hizo. No cometió ningún error de bulto, que es lo que se le pide y más en esa situación de partido.

Siete minutos para presionar e impedir una salida cómodo del adversario o con el balón controlado. Cumplió.

Apenas tres minutos sobre el césped. Se incrustó como tercer central.