«Se digiere mal porque eres de la casa y llevas siete años peleando por esto»
Miguel Martínez de Corta Exportero de la UD Logroñés ·
«Ojalá le vaya al Logroñés lo mejor posible. Yo he hecho todo lo que he podido por el club», afirmaV. S./E.M.
logroño.
Miércoles, 29 de julio 2020
El eterno capitán de la UD Logroñés, el hombre indisociablemente unido al club, el que ha pasado todas las penalidades imaginables, puede ser Miguel Martínez ... de Corta. Le ha dado para saborear el ascenso, aunque vestido de calle, después de su lesión de rodilla que le ha dejado más de un año sin competir, aunque él estaba dispuesto a hacerlo. Pero siempre se ha puesto a las órdenes del club. Al hombre por cuya lesión no se subió una temporada antes –argumento que siempre ha esgrimido Félix Revuelta– le toca decir adiós. «La decisión se digiere mal porque eres de la casa y llevas siete años peleando por esto. Cuando se consigue el objetivo, lo disfrutas un momento y te gustaría seguir, pero no ha podido ser», resume. «Siempre he estado, en las buenas y sobre todo en las malas, pero el fútbol es así de cruel», analiza. «Ahora es difícil, pero hay que rodearse de la familia y de los amigos y pensar en el futuro», dice.
Porque Miguel Martínez sueña con vestirse de corto, pero también piensa en la UD Logroñés. «He hablado con el club y tenía la idea de seguir jugando, como le he dicho al presidente, al vicepresidente... Pero también que, si quieren contar conmigo, les he recalcado que podría dejarlo por continuar en el Logroñés», explica. «Es cierto que despues de una lesión tan grave me gustaría retirarme en el césped y, por ejemplo, si después de un año, quieren que vuelva... No sé, tenemos que hablarlo. Pero toca salir al mercado», añade. Cartel no le va a faltar a un hombre con experiencia, con un currículo de más de 350 partidos en Segunda B, una treintena en Segunda... Pero él se muestra cauto: «No es fácil. En el currículo pone que tienes casi 39, que vienes de un año sin jugar... Estaré en el mercado, valoraré lo deportivo y ojalá acabe llegando algo del club».
Él sintetiza el pensamiento de esa 'vieja guardia' a la que le toca decir adiós, después de haberse bregado en campos de barro: «En mi caso eran siete años; Miguel Santos, seis; Jaime, cinco; César, cuatro; Ñoño... Da pena que de los que hemos estado y hemos logrado el ascenso pocos puedan disfrutar de ese momento. A todos nos hubiese gustado continuar, pero son decisiones para contar con la mejor plantilla posible. Dejo amigos en todos los lados. Ojalá le vaya al Logroñés lo mejor posible. Yo he hecho todo lo que he podido por el club», resume.
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