Marcos Montoya
Marcos Montoya es trabajador social de Cáritas Diocesana en La Rioja, entidad que ofrece ayuda a los vendimiadores que vienen a trabajar y señala que aún existen casos de vulneración de derechos laborales y humanos
Marcos Montoya Gutiérrez es trabajador social de Cáritas Diocesana en La Rioja y responsable del Programa de Personas sin Hogar, Temporeros y Migrantes ... que el año pasado ayudó a 162 vendimiadores.
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– Aunque el empresario está obligado a dar alojamiento al temporero, ¿hay incumplimientos?
– Lo que vemos es que hay personas en situación de calle. En un primer momento los dispositivos de temporeros en los que hemos colaborado están pensados para las personas que buscan trabajo, hasta que lo encuentran porque el empresario tiene la obligación de dar alojamiento o compensarle económicamente, pero nos seguimos encontrando personas en la calle que están trabajando o que pernoctan en los albergues mientras trabajan, tanto en Álava como en La Rioja.
– Albergues como los de Haro, Cenicero y Fuenmayor ya no se abren por el descenso de demanda. ¿Ha bajado el número de temporeros o ya no son tan necesarios los albergues por esa obligación del empresario?
– Sí hemos detectado un menor número de afluencia de personas a La Rioja desde el 2018, aproximadamente un 60-70%, por eso muchos sindicatos agrarios y otras organizaciones a menudo exponen que hay problemas para encontrar mano de obra. Es verdad que hay ciertas zonas o agricultores que lo tienen mejor organizado que otros, o empresas que ofrecen un servicio de trabajadores a los empleadores. Dependiendo de las zonas no hay tanta necesidad de alojamiento y se ven menos temporeros en la calle.
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– ¿Se dan casos de trabajadores que viven en la calle por decisión propia, para cobrar la compensación y ahorrarse el gasto del alojamiento?
– Históricamente siempre ha sido porque no lo cumplían los empleadores. Y si no disponían de un alojamiento usaban los albergues de modo que dormían allí e iban a trabajar.
– También influirá que ya no se generaliza la vendimia como antes sino que se recoge la uva por semanas o días, según parcelas, y eso dificulta encontrar una cuadrilla para trabajar porque no se ofrece un mínimo de estabilidad, ¿no?
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–Sí, de hecho creemos que habría que intentar hacer una gestión más colectiva, que los agricultores se fueran 'pasando' los trabajadores según sus necesidades.
– Cuando hablamos de temporeros pensamos en la vendimia pero, en realidad, la campaña comienza antes con la recogida de la fruta y se alarga después con la aceituna, ¿no es así?
– El clima está destrozando todas las previsiones de cuándo empiezan las campañas pero si nos fijamos en anteriores años sí que empezaba la temporada de la fruta a finales de julio con los cítricos, pasaba a la pera y luego se unía con la vendimia hasta octubre. Comenzaba en La Rioja Baja y acababa en La Rioja Alta, era más sencillo el trasvase de trabajadores, que se iban moviendo por las localidades según la temporalidad. Ahora es más dificultoso que todo fluya de manera más equitativa. Especialmente los agricultores pequeños son los que más dificultad tienen de encontrar trabajadores. La vendimia es lo que más trabajo da porque son más hectáreas. La mayoría de las personas que acuden no viven alrededor de La Rioja y tras de la vendimia van a otras comunidades, donde hay más trabajo, normalmente hasta Jaén, donde la temporada del olivo empieza en diciembre.
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–¿Y se detectan vulneraciones de los derechos de los trabajadores, incluso de los derechos humanos aquí en La Rioja?
– Sí. El año pasado tuvimos que acompañar a tres casos a denunciar temas de explotación laboral. Hay algunas empresas de servicios ilegales o piratas, mafias de alguna manera, que hacen de subcontratadores para empresarios y quitan parte de esos derechos laborales a las personas, parte del salario, y los tienen en alojamientos insalubres. Desde el 2022 ha habido inspecciones en algunas localidades para intentar eliminar a esos subcontratadores, pero seguimos detectando situaciones de explotación laboral. También existen otros casos, como que les paguen menos de lo que les corresponde.
– ¿Considera que es un trabajo bien remunerado?
– Recientemente se renovó el convenio agropecuario de La Rioja y ha habido una actualización de las tablas salariales, porque llevaba varios años congelado. Más que ser un trabajo mal pagado son las condiciones duras que conlleva. Si en otros sectores tienen un salario similar y las condiciones no son las del trabajo agrario, mucha gente prefiere cambiar.
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Hombres extracomunitarios
– ¿Ha cambiado el perfil de los vendimiadores?
– El año pasado en Cáritas atendimos a 162 personas, todos hombres y la mayoría de nacionalidad marroquí, argelina… Sí que están subiendo hombres solos de otras nacionalidades, como las provenientes de Latinoamérica. Antes, sobre todo en los 90, la mayoría de familias que se dedicaban al temporalismo eran de etnia gitana, españolas. Luego fue cambiando a personas de origen portugués, rumano... En general, comunitarios. Pero desde el 2012 ya vienen más extracomunitarios, tanto del norte de África como subsaharianos.
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– ¿Y repiten o hay relevo?
– Ha habido una reposición desde el 2018. Ahora son ya más mayores, en detrimento de los jóvenes. Y como los flujos migratorios van cambiando, cuando una persona encuentra un trabajo más estable en otro ámbito laboral, ya sea la construcción o la hostelería, deja de esto porque al final es muy temporal y prefieren la estabilidad.
– ¿Se llegan a asentar aquí los temporeros?
– No he detectado mucho que se asienten. Hay personas que, tras la vendimia, se quedan para la poda, la escarda… que hacen ese recorrido, pero asentarse es difícil, sobre todo ahora con la situación de la vivienda. Es bastante dificultoso que personas que no tienen ingresos estables puedan intentar asentarse sin un apoyo o una red.
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– ¿Qué servicios ofrece Cáritas a los temporeros?
– Las necesidades básicas: alimentación, ropa y calzado y un servicio de información y asesoramiento de los derechos de los trabajadores.
– ¿Cree que están supliendo una labor que debería corresponder a los servicios sociales de la Administración pública?
– Más de trabajo. Servicios Sociales no es el pilar del que debería depender el temporerismo sino que es algo más laboral. Esto no es un problema social sino laboral, es decir, hay entidades o Servicios Sociales se están ocupando de algo que debería pertenecer al ámbito laboral.
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