Congreso del PSOE en el año 1981, donde se efectuó el traspaso de poderes entre Javier Sáenz Cosculluela y Ángel Martínez Sanjuán Teo

Los techos y los suelos de Javier García

El alcalde de Arnedo es el séptimo secretario general del PSOE en La Rioja. Solo dos, Martínez Sanjuán y Francisco Ocón, consiguieron ganar al PP en las autonómicas

Pío García

Logroño

Miércoles, 18 de diciembre 2024, 22:21

Javier García Ibáñez se convirtió el lunes en el séptimo secretario general del PSOE riojano desde el advenimiento de la democracia. Une así su nombre ... al de históricos dirigentes socialistas, el primero de los cuales, Javier Sáenz Cosculluela, remonta su mandato a las épocas finales de la dictadura (1973-1981). Luego siguió el larguísimo periodo de Ángel Martínez Sanjuán (1981-2000), al que sucedieron Francisco Martínez Aldama (2000-2012), César Luena (2012-2017), Francisco Ocón (2017-2021) y Concha Andreu (2021-2024). En las fechas se advierte la aceleración impetuosa de la vida política en el siglo XXI: los últimos secretarios generales del PSOE no han durado en el cargo más de cinco años.

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Del examen de los datos electorales se desprende que el PSOE nunca lo ha tenido fácil en La Rioja, una región cuyos votantes tienden al conservadurismo y en la que las olas nacionales suelen azotar con fuerza. De los seis secretarios generales anteriores, solo dos pueden presumir de haber ganado unas elecciones autonómicas al Partido Popular: Martínez Sanjuán lo hizo en tres ocasiones (1983, 1987 y 1991) y Francisco Ocón en una (2019). En todos esos casos, el PSOE riojano ensayó la bicefalia.

Siempre bajo el poder orgánico de Martínez Sanjuán, los cabezas de cartel fueron sucesivamente José María de Miguel, Alicia Izaguirre y José Ignacio Pérez Sáenz, aunque Izaguirre, en 1987, no logró gobernar. Había sido la primera mujer en España en ganar unas elecciones autonómicas, pero el PP alcanzó un pacto con el PRP (Partido Riojano Progresista) y Joaquín Espert consiguió acceder al Palacete. Fue quizá el periodo más convulso en la vida política riojana y el PSOE acabó recuperando el poder tres años más tarde mediante una moción de censura. José Ignacio Pérez Sáenz, el nuevo presidente, revalidó su mandato en las urnas en 1991 tras cerrar un pacto con el PR.

Tras la victoria del PPen 1995, el PSOE se derrumbó y tardó más de dos décadas en remontar el vuelo. A Martínez Aldama le cupo la amargura de dirigir una travesía del desierto que parecía no tener fin. El Partido Popular de Pedro Sanz se convirtió en un formidable muro contra el que chocaba una y otra vez el aspirante socialista. Las tornas no cambiaron con César Luena, aunque en su descargo hay que anotar la entrada fulgurante de los nuevos partidos (Podemos y Ciudadanos), que sacudieron el tablero político y recortaron los porcentajes de voto que solían recibir tanto populares como socialistas. La bicefalia, en este caso, no surtió efecto. En las autónomicas de 2015, Concha Andreu fue la candidata, pero el PP conservó su primacía. No obstante, José Ignacio Ceniceros, designado sucesor por Pedro Sanz, necesitó la aprobación de Ciudadanos para gobernar.

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El Josué que, después de tantas aflicciones, consiguió atisbar de nuevo la tierra prometida llegó de Arnedo. Francisco Ocón tomó las riendas del partido en 2017 tras haber formado parte de aquella comisión gestora nacional que dirigió la organización tras la forzada dimisión del primer Pedro Sánchez. Ocón se impuso en las primarias a Félix Caperos, alcalde de Casalarreina, y asumió el mando en Martínez Zaporta. De nuevo el partido optó por la bicefalia. El cartel electoral para las elecciones autonómicas llevó otra vez impreso el rostro de Concha Andreu. El tándem Ocón-Andreu consiguió reeditar los viejos éxitos socialistas, que no se veían desde el año 91, y atrapó una mayoría ajustada en las urnas, aunque insuficiente para gobernar. Tras un primer intento fallido de investidura y después de unas negociaciones casi dramáticas, el PSOE alcanzó un acuerdo con Podemos y Concha Andreu entró en el Palacete. La entente entre Ocón y Andreu se quebró a las primeras de cambio y saltó ruidosamente a las portadas en agosto de 2020, cuando la presidenta destituyó a su secretario general, al que un año antes había nombrado consejero de Gobernanza. La presidenta se hizo con el mando completo del partido en 2021, pero el PSOE cayó en picado en las últimas elecciones.

«La bicefalia es un sistema que funciona solo si cada una de las dos cabezas interpreta bien el rol que les toca, como pasó con Martínez Sanjuán y Pérez Sáenz. La última experiencia no funcionó», reflexionaba el lunes Javier García, séptimo secretario general del PSOE de La Rioja. Ante sí tiene, otra vez, un desierto que cruzar.

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