La Rioja afronta su sexto mes de sequía sin previsión por ahora de lluvias importantes

El pasado 30 de septiembre se cerró el año hidrológico 2021-2022, un ejercicio que en la estación de la AEMET en Logroño-Agoncillo, la que sirve de referencia para el conjunto de la comunidad, concluyó con 325,8 litros por metro cuadrado, 75,2 menos que los registros históricos, lo que supone un déficit del 18,76% y una de las peores cosechas riojana en precipitaciones de la última década.

Tras un buen arranque en el primer trimestre –26,7 litros en octubre frente a los 37 de media, 88,3 en un generoso noviembre (40) y 49,3 en diciembre (38 en el registro histórico mensual), el estreno de 2022 derrumbó cualquier esperanza. En enero solo se recogieron 10,9 litros, menos de la mitad de los habituales 28; y febrero fue desmoralizante, con unos pírricos 1,6 litros (23). Marzo, 40,9 (26) y abril, con 49,2 (46) fueron solo un espejismo que se diluyó con una primavera y un verano tórridos y repletos de episodios de calor extremo.

Uno de cada tres litros esperados. Esa fue la dramática realidad en los cinco últimos meses del año hidrológico recién concluido, en el que los 163 litros tradicionales desde mayo a septiembre incluidos quedaron mermados hasta los 58,9 con los que el cielo regó la comunidad: 14,1 en mayo (un mes de 47 litros de media), 5,8 en junio (44), 7,2 en julio (30), 14,1 en agosto (21) y 17,7 el mes pasado (21).

Poca agua y mal caída: de los 5,1 litros por metro cuadrado de junio, 2,6 cayeron el día 25; de los 7,2 de julio, 5,3 el día 5; de los 14,1 de agosto, 5,8 el día 3; y de los 17,7 de septiembre, 14,6 el día 12.

El pasado 1 de este mes de octubre se puso en marcha el contador del nuevo año hidrológico 2022-2023, un curso que se ha iniciado con las mismas asignaturas pendientes. La nota media fijada en 37 litros por metro cuadrado para todo el mes parece que va a ser inalcanzable, cuando transcurridos ya sus 19 primeros días solo suma 6,6 y, además, en tres únicas jornadas: 0,9 el día 10, 4,2 el 11 y los restantes 1,5 litros por metro cuadrado el lunes pasado, día 17.

«En la comunidad hemos tenido precipitaciones de más de diez y 20 litros en los últimos meses, pero muy aisladas: 48,5 litros en Arnedo el día del reventón, el 12 de septiembre; o 24,6 litros en Cenicero, el 11 de octubre. Han sido precipitaciones excepcionales y muy aisladas y, de hecho, en la comunidad, en el último mapa que hemos sacado, aparece casi todo seco, excepto alguna zona de La Rioja Alta, Cenicero y un poco Nájera», explica el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en La Rioja, José Antonio Pellitero, que augura la prolongación en los próximos días de la ausencia de lluvias en la región.

La esperanza de la primera borrasca, bautizada como Armand y que ayer empezó a entrar por el oeste peninsular, esquivará la comunidad.

«Se ha bautizado como borrasca Armand por el viento, de hecho la Ibérica riojana estaba con aviso naranja el miércoles y jueves, pero es una vaguada, una ondulación de flujo atmosférico que nos trae aire de latitudes superiores en este caso y que se aproxima por el oeste. Está bastante estática, según las previsiones de los próximos días, y se puede quedar ahí en el oeste incluso hasta el viernes de la próxima semana, aunque a tan largo plazo los pronósticos se hacen más difíciles», aclara Pellitero, que sí augura que «podemos tener precipitaciones más importantes en el oeste de la Península, en Galicia, oeste de Castilla y León, Extremadura, Valle del Guadalquivir y, por arriba, en Pirineos, en Huesca», pero apenas nada en La Rioja. «En los próximos días, hasta el domingo incluido, solo se esperan precipitaciones débiles y dispersas, más cerca del litro que de los 5, cuatro gotas como quien dice, aunque algo más, no mucho, en La Rioja Alta», concluye el máximo responsable de la AEMET en la comunidad.

Sin ingresos el ahorro es una quimera y, además, las reservas sufren la inevitable merma. Eso es lo que ocurre en los tres grandes pantanos de la región que gestiona la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) –Mansilla, Pajares y González Lacasa–, que ayer sumaban 41,204 de los 135,857 de su capacidad total. En la última semana los tres embalses han perdido 1,6 hectómetros cúbicos, un descenso que en el último mes asciende a 8,2 hectómetros cúbicos, una cifra que traducida a litros ofrece su auténtica dimensión 8.200 millones.

Hace un año, la reserva hídrica total era de 46,67; es decir 5,4 más que la actual, que también se queda por debajo de la media histórica de los últimos cinco años, fijada en 43,533.

Mansilla albergaba ayer 21,6 hectómetros cúbicos, el 31,9% de su capacidad, tras una merma semanal de 0,7 y mensual de 4,4 hectómetros cúbicos. Pajares, con 11,873 (33,7%) ha perdido 0,2 en los últimos 7 días y 1,1 en los últimos 30. Finalmente, González Lacasa, con 7,696 (23,4%) ha visto menguadas sus reservas en 0,5 en la semana y 2,5 en el mes.