Raquel Fernández

Presidenta del Colegio de Dietistas-Nutricionistas

«Eso de que en verano es imposible cuidarse es más un tópico que algo real»

– ¿Es el verano la época del año en la que más se descuida la alimentación?

– Por lo general, sí, pero cada vez con más matices. Es una época en la que nos relajamos, en la que tenemos más vida social y en la que más salimos de vacaciones, pero también es cierto que muchas de las comidas que nos apetecen son saludables. Cada vez la población está más concienciada en poner ciertos límites. Eso de que en verano es imposible cuidarse se queda, cada vez con más frecuencia, más en un tópico que en una realidad.

– ¿Existe, por lo tanto, más interés en cuidarse durante todo el año?

– Sí. Lo que veo en consulta es que la gente sabe que en verano tenemos más vida social pero también apuesta por poner ensaladas en las mesas o helados naturales hechos con fruta, por ejemplo. Podemos hacer elecciones saludables, a la par que apetecibles, en el contexto estival.

– Para los que aún no son tan conscientes de esto, ¿qué hábitos hay que eliminar en verano?

– Más que cuáles hay que eliminar, lo necesario es quitar eso que llamamos 'piloto automático'. Tenemos que ser conscientes de las conductas que desarrollamos para, por ejemplo, no bebernos todas las tardes la cerveza de turno o no comprarle todos los días al hijo la bolsa de 'chuches'. Hay que intentar implantar hábitos como merendar fruta si nos entra hambre por la tarde o, como he dicho antes, hacernos helados naturales con fruta congelada. En resumen, hay que intentar poner ese punto de razón y huir de ese piloto automático que muchas veces nos lleva a no tener conciencia de lo que estamos haciendo.

– ¿Qué hace que la gente no sea capaz de establecer esos límites de los que habla?

– Pienso que el problema de muchas personas es que siguen pensando que cuidarse es sinónimo de estar a dieta y eso es un error. La población en general considera que si no lleva un plan a rajatabla no se está cuidando, cuando la realidad es que lo importante es tener conciencia de los hábitos que resultan saludables y llevarlos a cabo. Si hacemos eso, nos estaremos cuidando igualmente.

– ¿Qué alimentos son recomendables para la alimentación veraniega?

– Lo imprescindible es mantener un correcto estado de hidratación y eso lo podemos conseguir con frutas de temporada, como el melón, la sandía, las nectarinas, los melocotones... Son frutas muy acuosas, nos van a aportar el líquido que necesitamos y también vitaminas y minerales que nuestro cuerpo pide. Hay que perderle el miedo a la fruta y sería bueno aprovechar el verano para introducirla, en grandes cantidades, en nuestra alimentación. También la verdura y las hortalizas son esenciales y no debemos descuidar el consumo de legumbres. Estas últimas quedan, muchas veces, apartadas porque no sabemos cómo usarlas si no es en cocido, pero existen muchas preparaciones: ensaladas, salteados, hamburguesas vegetales... Muchas.

– Y siempre teniendo mucho cuidado con la conservación de esos alimentos...

– Desde luego. Hay que tener mucho cuidado con la seguridad alimentaria porque el crecimiento de microorganismos es exponencial y además es algo que no se ve. Hemos de cuidar tanto el cocinado como la conservación, además de no romper las cadenas de frío. Los riesgos de intoxicaciones alimentarias aumentan mucho en verano.

– Esta es también época de viajes. ¿Qué hay que tener en cuenta si, por ejemplo, elegimos como destino un país exótico?

– Una intoxicación alimentaria puede llegar tanto en países extranjeros como en el nuestro, pero sí hay que tener un especial cuidado con el tema del agua. Cuando viajamos fuera de España, hay que procurar consumir agua embotellada. También si salimos aquí a la montaña o al campo hemos de ser precavidos porque nos puede parecer que el agua de un río baja clarita, pero no sabemos si más arriba puede haber algún cuerpo en descomposición.

– Más allá de esas excepciones, durante nuestra vida rutinaria en Logroño, ¿también es necesario beber agua embotellada?

– Siempre digo que tenemos unos controles de agua muy buenos en este país y no es necesario beberla embotellada. Sí que, por ciertas patologías, hay personas que necesitan controlar más la composición del agua, pero alguien sano puede consumirla tanto del grifo como en botella.

– Y para aquellos que en verano hayan ganado algunos kilos y se los quieran quitar, ¿qué les diría?

– Que vuelvan a sus rutinas, si estas eran buenas, y que instauren unas nuevas, si no eran las adecuadas. Han de alejarse de restricciones muy fuertes que no sean sostenibles a largo plazo o de otras que no tengan sentido, como la retirada de grupos de alimentos como la fruta o los cereales. La clave está en establecer hábitos que se prolonguen en el tiempo para, poco a poco, ir bajando kilos.

– Como conclusión, si tuviera que resumir los consejos para este verano en tres imprescindibles, ¿cuáles serían?

– El primero, disfrutar del tiempo libre con nuestros seres queridos y que eso no conlleve obligatoriamente un descuido de nuestra alimentación:podemos juntarnos con nuestro entorno y seguir cuidándonos. El segundo, que nos relajemos:hemos de permitirnos cierta flexibilidad, pero sin perder el sentido común. Y el tercero, no abandonar el consumo de alimentos saludables, que ingerimos todo el año, por tratarse de unos meses diferentes. No hay que perder las rutinas, si estas son las adecuadas.