Podemos retrasa a la próxima semana los encuentros con el PSOE

Seis semanas. Ese es el margen de acción con que cuentan el PSOE y Podemos para llegar a un acuerdo que, junto al ya gestado entre los socialistas e Izquierda Unida, permita que Concha Andreu sea investida presidenta del Gobierno regional. Los contactos entre ambas formaciones, prácticamente congelados desde que el 18 de julio Andreu no lograra la mayoría necesaria en el Parlamento regional para suceder a José Ignacio Ceniceros al frente del Ejecutivo riojano, no se retomarán hasta, al menos, el próximo lunes, 12 de agosto. Ese día dará comienzo una cuenta atrás que vencerá el 16 de septiembre: si para ese día La Rioja continúa con un gobierno en funciones, el presidente del Parlamento disolverá la Cámara y tendrá que convocar nuevas elecciones antes del 16 de noviembre.

Esa ha sido la respuesta, aseguran desde el PSOE, que ha recibido esta misma mañana Concha Andreu en el transcurso de una conversación telefónica mantenida con la diputada morada Raquel Romero. Un cambio de estrategia que se ha fraguado a primeras horas de hoy toda vez que durante estos primeras jornadas de agosto el proceso de deshielo (siempre telefónico) entre unos y otros preveía un primer encuentro físico este mismo miércoles.

En esa llamada, siempre según la versión llegada desde la sede de Martínez Zaporta, Romero habría remitido a Andreu a encontrarse «la próxima semana», esto es, a partir del día 12, si bien no han fijado una cita concreta. «Nuestra voluntad era encontrarnos de manera inmediata, lo antes posible, pero han sido ellos los que lo han retrasado», ha explicado Francisco Ocón, secretario general de los socialistas.

Desde Podemos, su diputada Raquel Romero, descartaba ofrecer información al respecto y apelaba a la importancia que en este momento juega la discreción a la hora de alcanzar un hipotético acuerdo entre las dos formaciones políticas.

«Tenemos que mantener la discreción de los contactos que se están manteniendo. El tema es importante y apostamos por esa discreción», defendía Romero antes de apelar a ese mismo concepto en reiteradas ocasiones. «No es que no queramos hablar, sino que entendemos que, en esta situación, lo mejor es que mantengamos la discreción en cuanto a los contactos que vayamos teniendo. Creemos que es lo que va a hacer que fructifiquen unas buenas negociaciones».