«Un peregrino viene con un destino, que es Santiago, no a marearse visitando 40.000 cosas»

– ¿Cómo es peregrinar a Santiago en 2023?

– Pues debería ser como peregrinar en el siglo XII, pero entendiendo que mil años después hemos conseguido que el Camino de Santiago siga siendo una experiencia especial habiendo cambiado todo el entorno físico que tenemos como civilización. Y con un elemento fundamental. En el siglo XII una de las cosas que caracterizó el Camino de Santiago fue la universalidad, pero ahora sí que es realmente universal porque quienes vienen al Camino de Santiago representan prácticamente a todos los países del mundo. Peregrinar a Santiago sigue siendo eso, peregrinar.

– Pero al Camino le han salido muchos domingueros, ¿no?

– Por eso digo que es peregrinar. Aquí hay una confusión bastante importante. Que el Camino de Santiago haya tenido éxito ha supuesto se haya ido añadiendo gente que viaja a Santiago y que es perfectamente lícito que lo haga y que lo haga en las condiciones que estime oportunas. Lo que pasa es que nosotros defendemos su identidad. El Camino de Santiago es un destino espiritual y uno de los elementos más importantes que tiene, singular respecto a otros grandes centros de peregrinación del mundo, es que el camino es tan importante como el destino. El Camino de Santiago la experiencia vital que transmite es la experiencia peregrina. Esa es la que nosotros estamos convencidos de que tenemos que defender junto con el propio camino. Porque si no tenemos camino tampoco vamos a tener peregrinos. El Camino de Santiago francés es un camino que tiene todos los honores máximos posibles a nivel patrimonial en el mundo y, además, tiene todas las protecciones. Y, sin embargo, no acabamos de entender que esa senda austera y sencilla por la que el peregrino acaba adquiriendo su experiencia tiene dos cosas, una que es subjetiva, porque es un espacio sagrado, y que además es un espacio protegido legalmente.

– ¿De quién hay que protegerlo?

– De las administraciones que lo han protegido. Los mismos que han legislado para protegerlo son aquellos que no hacen el esfuerzo necesario para mantenerlo con lo que significa. Es un monumento nacional, todo él. Parece que se entiende muy bien que si en la catedral de Santiago aparece una pintada sea un escándalo nacional, como si es en la concatedral de Logroño y, sin embargo se entiende muy mal que, por ejemplo, asfalten el camino y es una barbaridad de igual nivel. Pues eso está ocurriendo. Entonces nuestra dos labores fundamentales son cuidar y atender al peregrino y cuidar el camino.

– Ya no se abren polideportivos para acoger peregrinos como sí ocurría en el pasado.

– Ya no pasa, aunque este año ha habido un repunte importante en abril y en mayo. Pero lo que sí está pasando es aquello por lo que las asociaciones tienen sentido. Estamos formados por las asociaciones más antiguas de España. La más antigua es la de Estella, la de Logroño es la segunda. Llevamos trabajando 30 años en esto, pero lo hacíamos de manera individualizada. ¿Por qué nos unimos? Ha llegado un momento en que aquí parecía que todo tenía que convertirse en camino. Y, si todo es camino, no va a haber camino. Y lo que está ocurriendo es que, ante esa inflación de caminos, el Camino Francés, que es el gran camino, está teniendo dificultades para explicarse a sí mismo, para decir 'que nosotros estamos aquí, que somos ese camino histórico, el ejemplo y la potencia que significa la peregrinación' y parece que tenemos que ser iguales, pero todos no somos iguales. Todos merecen el mismo respeto, pero no todos los caminos son iguales y el Camino Francés es el único camino que se ha construido por y para los peregrinos. El resto de caminos son caminos que llevaban a Santiago y por el que iban peregrinos. En el Camino Francés se construyeron puentes, se fundaron ciudades, se cambiaron trazados y se hizo expresamente hace mil años para peregrinar.

– Ahora se le quieren construir cosas para desviar a los peregrinos por los sitios, ¿no?

– Porque hay un error fundamental. El peregrino es un ser maravilloso que hace veintitantas horas de avión en algunos casos, como los coreanos o muchos americanos, que llegan a España y hacen no sé cuántas horas de autobús, que después cogen una mochila y se dedica a andar por nuestro país 30 días con todo lo que significa andar, que es algo... Para empezar, sientes la tierra. Ese aspecto tan singular hemos creído que se puede convertir en otra cosa. No debemos olvidar que un peregrino trae billete de avión de ida y vuelta comprado, un peregrino viene con un destino, no viene a marearse visitando 40.000 cosas. Eso lo puede hacer un viajero. Un peregrino viene con un trazado establecido y un destino, que es la catedral de Santiago. Debemos entender bien lo que significa para comprender que no podemos marearlo, que no podemos hacer que se quede dos días en un sitio. Que es algo lícito por parte de los municipios, pero eso significa no entender al peregrino. Aún así, tenemos la suerte de que un peregrino pasa cuatro, cinco días en La Rioja, es uno de los viajeros que más tiempo pasa por nuestro territorio en las diferentes comunidades.

– ¿Cómo está actualmente la red de albergues?

– Con optimismo. Hemos conseguido cosas importantes. Somos ese camino de hace mil años, entre otras cosas, por la red de albergues. Somos fehacientes partidarios de la acogida tradicional jacobea, hecha por voluntarios para la gente del camino y esa acogida tradicional jacobea consigue varias cosas. Primero, mantener la identidad de lo que significa el camino, pero después también lo hace asequible para todo el mundo. Un peregrino que hace el camino, el que a nosotros nos gusta, el de gran recorrido, gracias a estos albergues lo puede hacer, porque son 30 días de viaje y no todos los peregrinos tienen la misma capacidad económica. Después tiene la singularidad de que son espacios públicos y, a la vez, restringidos porque son espacios solo para peregrinos. Tienen muchas características muy singulares que tiene que ver también con la singularidad de quien los utiliza y de quienes lo abren. En nuestra red, que son aproximadamente 12 albergues directos gestionados o en diferentes modalidades de propiedad, estamos ilusionados porque por fin percibimos que somos capaces de transmitir el mensaje que queríamos, que es el tipo de peregrinación que queremos y el tipo de acogida que promovemos.

– Sin maleta.

– Sin maleta, por supuesto. La maleta es un símbolo, igual que todo. Si a uno le dices vas a ir al Naranjo de Bulnes y vas a ir a subir por Picos de Europa y hacer una senda de tres días con una maleta, es que no. Bueno, pues en el Camino de Santiago, tampoco. Eso viene de esa confusión que hay paralela en el Camino de Santiago de viajeros y turista. Pero nosotros interpretamos que estupendo para ellos, pero para eso hay hoteles y hostales y todo eso. La gente no se da cuenta de que si nosotros acabamos con los peregrinos y con su atención, acabaremos con la fama del Camino de Santiago y acabaremos con los turistas que vienen con maletas. Por lo tanto, nuestra defensa de las esencias y de lo que significa pasa también por el simbolismo y el símbolo es, evidentemente, que uno no puede hacer el Camino de Santiago que, en un 80% es terreno rural, son caminos, con maleta. No tiene sentido.

– La federación desarrolla un proyecto apoyado por Europa en el que Logroño desarrolla elementos digitales para informar sobre plazas libres en los albergues.

– Nosotros tenemos un legado de mil años y nuestra misión fundamental es cederlo en las mismas condiciones, no convertirlo en otra cosa, pero en el tiempo que nos ha tocado. Intentamos no perder la perspectiva mirando por y para el peregrino y mirado con la mirada del peregrino. Hay muchísimas aplicaciones hoy en día. El peregrino, cuando camina y camina solo, puede que quiera tener el móvil apagado pero, a la vez, si tú vas a llegar un albergue, no puede ser es que acabes llegando y esté completo. Nos ha pasado hace poco en Santo Domingo, que llegaba gente después de no poder dormir en Nájera, a las 4 o 5 de la tarde, y se acababan de terminar las plazas y eso significaba seguir hasta Grañón, seis kilómetros más. Entonces, tú si no quieres utilizar el móvil, no lo uses, pero que sepas que te estamos dando esa información que te ayuda en tu caminar.

– ¿Cómo se prepara uno para el Camino?

– Es un espacio sagrado, y en él se dan los milagros. El Camino de Santiago se empieza por deporte, por amistad, por lo que sea, pero cuando haces el camino de largo recorrido, todos al llegar a la catedral de Santiago se han convertido en peregrinos. Tiene que ver con esa capacidad que tiene el camino de hacernos sentir que creíamos que no podíamos, pero podemos.