Multitudinario y emocionante primer día de los danzadores

El día dio más de sí y comenzó con el pregón y chupinazo anunciador de la festividad al mediodía, seguido de fiesta de la espuma. Ya por la tarde, los danzadores y gaiteros celebraron un pasacalles, sin zancos, bailando y tocando por las calles de Anguiano. A partir de ese momento, comenzaron a llegar todos los foráneos que no querían perderse uno de los espectáculos más impactantes de La Rioja.

La calle Cuesta de los Danzadores era un hervidero de gente que buscaba hacerse un hueco para ver la bajada. A las 19.30 horas, el párroco de Anguiano bendijo a los voluntarios en la Iglesia, antes de calzarse los zancos y empezar a dejarse caer, dando vueltas, por la empinada vía.

Como es habitual, primero hicieron el corto, pero arriesgado recorrido, a través de las escaleras del templo a la calle. Las caras de nervios y emoción eran palpables entre los nueve danzadores. Uno de ellos, Javier 'Chinchu', contaba lo que supone esto para él. «Este es mi décimo año consecutivo y resulta muy emocionante, no puedo esperar para repetirlo en los próximos días», contaba. Sin embargo, él, y otros anguianiegos, lamentaron que la gran afluencia de público deslucía su desempeño. «Demasiada gente en la cuesta, como hoy, impide que las bajadas sean más cómodas», decía él.

Aun así, durante la media hora de espectáculo, pudieron verse bajadas de mucho mérito, que enfervorizaron a una multitud que gritaba y aplaudía. Cuando finalizó el evento, los danzadores hicieron un pequeño baile en corro en la plaza. Después, se mezclaron entre la gente para disfrutar de la verbena y la degustación que se ofreció en ese mismo lugar. Hoy lunes, día grande, estos voluntarios volverán a bajar en horario de mañana y tarde por las calles de Anguiano.