Las dosis de nirsevimab se administran mediante un pinchazo intramuscular. JUAN MARÍN

Los ingresos por bronquiolitis se desploman desde el uso de la 'vacuna'

La inmunización frente al VRS, que se incorporó al sistema en 2023, ha provocado una caída del 85% en la hospitalización de lactantes

Sergio Martínez

Logroño

Lunes, 1 de diciembre 2025, 07:13

La bronquiolitis era uno de los enemigos más temidos en Pediatría cada otoño e invierno. Más de un centenar de menores de un año ingresaban ... en el Hospital San Pedro cada temporada por el virus respiratorio sincitial (VRS), principal causante de esta enfermedad que provoca la inflamación de vías respiratorias de pequeño tamaño, los bronquiolos. Todo un riesgo para los lactantes y su principal motivo de hospitalización en nuestro país. Sin embargo, la aparición en el sistema sanitario de su 'vacuna' –en realidad, es una inmunización con un anticuerpo monoclonal, el nirsevimab– cambió completamente el panorama en 2023: desde entonces, la incidencia de la bronquiolitis y sus ingresos y atenciones derivadas se han reducido de manera drástica.

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Existe un antes y un después de que el nirsevimab comenzase a administrarse a los menores de un año hace un par de otoños. Según datos facilitados por la sección de Pediatría del Servicio Riojano de Salud, la bronquiolitis fue causante de 89 hospitalizaciones de menores de un año en la temporada 2022/23 (de octubre a marzo). Antes de la pandemia era habitual superar el centenar. Pero aquel fue el último invierno antes de que llegasen las primeras dosis de nirsevimab. En la campaña siguiente, los ingresos de lactantes cayeron a 29, en la pasada (2024/25), todavía más, a 15 –un 85% menos que antes de la 'vacuna'–. En este otoño se ha registrado solo uno, pero no causado por el VRS.

1 único

ingreso por bronquiolitis este año, pero no por VRS

139 urgencias

en la campaña previa a la vacuna, 29 en la siguiente.

«El efecto de la inmunización se sintió radicalmente ya en el primer invierno. Ha sido algo inmediato», comenta Isabel Sáenz Moreno, jefa del servicio de Pediatría, que recuerda cómo, antes «cuando llegaban los meses de circulación del VRS se nos llenaba la planta de niños y las urgencias aumentaban en torno a un 30%». En el otoño e invierno de 2022/23 hubo 139 atenciones a menores de seis meses en las urgencias pediátricas del San Pedro derivadas de bronquiolitis, un año después cayeron a 27.

«Cuando llegaban los meses de circulación del VRS se nos llenaba la planta de niños y las urgencias crecían un 30%»

Isabel Sáenz Moreno

Jefa de Pediatría

Sáenz Moreno indica que «la bronquiolitis aguda puede aparecer por cualquier virus respiratorio, pero generalmente es por VRS. Provoca insuficiencia respiratoria grave en un porcentaje importante de lactantes, especialmente cuando son más pequeños. Además, aquellos que lo padecían de manera más severa contaban con más riesgo de tener asma o episodios sibilantes en los tres primeros años de vida». Aunque todavía se encuentra en estudio, todo indica a que la inmunización del VRS «de manera indirecta está reduciendo las patologías posteriores asociadas».

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Desde los primeros días

Todas las comunidades comenzaron las campañas contra el VRS en otoño de 2023 y el efecto ha sido notable en todas ellas, si bien las estrategias de inmunización son diferentes. En La Rioja, quienes nacen durante los meses de campaña, entre octubre y marzo, son 'vacunados' en el propio hospital durante los dos primeros días de vida, antes de ir a casa. Los nacidos antes, entre abril y septiembre, reciben el nirsevimab en octubre en su centro de salud, en cualquiera de las revisiones a las que acuden, de Enfermería o Pediatría. La cobertura alcanza a más del 90% de la población objetivo.

Son los menores de un año, especialmente los más pequeños, los principales afectados por la bronquiolitis por VRS, aunque en algunos casos, niños algo mayores con inmunodeficiencia o problemas respiratorios crónicos también están recibiendo la inmunización por precaución. «En general, la infección en el resto de la infancia puede provocar alguna afección respiratoria con un cuadro gripal, pero no reviste gravedad», indica Isabel Sáenz Moreno.

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La jefa de Pediatría recuerda que no se trata de una vacuna, como tal, sino de «una inmunización pasiva que ayuda al bebé a defenderse del VRS durante el comienzo de su vida», apunta la jefa de Pediatría, ya que el efecto dura al menos seis meses, el tiempo tradicional de circulación del virus entre otoño e invierno. El anticuerpo es administrado mediante un pinchazo intramuscular que ya se está convirtiendo en una rutina más en el calendario vacunal de los recién nacidos. Otra protección que, en este caso, combate con demostrada eficacia a uno de los principales enemigos en un periodo de alta vulnerabilidad.

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