La IA en el control de plagas permitirá ahorrar el 80% del tiempo en el campo
El proyecto CERES busca crear una solución digital mediante un sistema de alertas y predicciones
La Rioja
Lunes, 28 de julio 2025, 14:23
El proyecto CERES, para la aplicación de la Inteligencia Artificial en el control de enfermedades del cultivo de cereal, permitirá ahorrar el ochenta por ciento ... del tiempo en el campo, tal y como ha indicado hoy el director general de Spectral GEO, Carlos Tarragona.
Coordinado por Aertic(el clúster de la industria tecnológica, la digitalización y la economía digital TIC de La Rioja), participan en el proyecto la empresa especializada en Inteligencia Artificial Spectral Geo así como el sindicato agrario ARAG-Asaja, según informa Europa Press.
CERES busca crear una solución digital mediante un sistema de alertas y predicciones de las enfermedades más importantes que afectan al trigo y a la cebada. Se encuentra, en estos momentos, al 75 por ciento y le quedan tres meses de trabajo (comenzó a operar en octubre del 2024).
Así lo han detallado hoy en rueda de prensa el presidente de Servicios Agrarios Riojanos (SAR), Eduardo Pérez; la secretaria general de Aertic, Laura Urbieta; y el director general de Spectral GEO, Carlos Tarragona en la sede de ARAG-Asaja.
En un año «atípico» para el cereal, ha explicado Pérez, se ha podido desarrollar una aplicación que predice, con doce días, la aparición de enfermedades en las parcelas de cereal.
«Esto nos permitirá ser más efectivos a la hora de determinar cuándo y dónde aplicar los tratamientos de beneficios sanitarios, ahorrando costes y aumentando la rentabilidad», ha destacado.
«No estamos haciendo un diagnóstico en cada momento», ha resaltado por su parte Tarragona, «estamos anticipando» y «esas dos semanas dan mucho juego a la hora de poder planificar, hacer la compra de tratamientos y poder ordenar todas aquellas parcelas en función del grado de incidencia».
Durante el desarrollo de proyecto, ha informado, se han aprendido variables que les han sorprendido. «Por ejemplo», ha indicado, «no pensábamos que el viento fuera una de las variables que más peso fuera a tener, con lo que es conocimiento que generamos para poder utilizarlo de cara a otros cultivos y a otros territorios».
Ahora mismo se están cosechando ya las parcelas que han participado (trescientas hectáreas de cien fincas de La Rioja Alta), con lo que dentro de dos o tres semanas se empezarán a tener ya los datos de productividad.
A partir de ahí lo que se va a ver es qué grado de influencia tienen estas enfermedades y cómo de importante es la fecha en que se ha tratado.
Una vez finalizado, el proyecto servirá para enviar alertas con recomendaciones técnicas para la realización de tratamientos fitosanitarios.
Urbieta ha considerado, por su parte, que uno de los principales logros de este proyecto «es que no se ha planteado como una solución aislada, sino como el primer paso hacia una herramienta que sea replicable tanto a otros cultivos como a otros territorios».
Ha sumado que «puede contribuir positivamente a seguir posicionando La Rioja como un referente en la aplicación de inteligencia artificial en la agricultura, impulsando al mismo tiempo el desarrollo sostenible del medio rural y la modernización del sector cerealista».
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