La Fiscalía insta a dar un tratamiento «urgente y especializado» a la violencia sexual contra los menores

«Hay una realidad con entidad propia –violencia física, psíquica y sexual contra menores y discapaces– que está despertando de la clandestinidad, aflorando con fuerza» y que, a juicio de Herráiz, merece un tratamiento «unificado, especializado y urgente».

En 2023, según el documento que compendia la actividad anual de la Fiscalía riojana, de las 45 diligencias de investigación relacionadas con menores –que no se incoan porque se aprecien indicios de delito, sino para ver si lo hay– en 37 las víctimas eran menores de edad y presuntamente habían sufrido violencia sexual. No obstante, de todos los supuestos investigados finalmente hubo denuncia en 9. Entre ellos, está el caso de la bautizada como Manada de Logroño ocurrida el 9 de abril de 2023. Dos menores denunciaron haber sido víctimas de diversas agresiones por parte de cinco jóvenes, también menores de edad, en el interior de unos trasteros en el número 16 de avenida de Navarra.

El Ministerio del Interior en uno de sus informes más recientes también reflejaba esa realidad a la que se refieren los fiscales riojanos. En 2022 –el último en el que se ofrecen datos detallados por edad de la víctima– , prácticamente la mitad de las agredidas sexualmente no había alcanzado la mayoría de edad, pero lo que es peor, dos de cada diez ni siquiera habían cumplido los 13 años. 2022 no fue el peor. Dos antes, el primero de pandemia, ocho de cada diez víctimas eran menores de edad.

El departamento que pilota Fernando Grande Marlaska también hacía una precisión sobre la clandestinidad de este tipo de delitos, que en ocasiones permanecen soterrados por la vergüenza o el miedo de las víctimas a denunciar. Un silencio que se agudiza y agrava cuando ellas son adolescentes y niñas.

Esta realidad sirve de argumento a la Fiscalía para pedir no sólo la creación de esa jurisdicción especializa en delitos contra los menores, sino también para poner en marcha una serie de iniciativas como el innovador proyecto Barnahus que, en la práctica, es un modelo de atención para niños que han sufrido abusos sexuales. A día de hoy, en La Rioja a las víctimas menores se les toma declaración en la cámara Gesell, ubicada en el Palacio de Justicia. Se trata de una habitación acondicionada para narrar una experiencia de abuso sexual. El cuarto está dividido en dos partes separadas por una pared de vidrio espejada. Una de ellas está destinada a la entrevista del menor con el psicólogo y en el otro espacio se hacen presentes el juez a cargo del caso, el fiscal, los abogados de ambas partes y los familiares del niño.

Se trata de un modelo «que funciona correctamente», apuntan en el memoria de la Fiscalía. De hecho, el pasado año 74 menores declararon en esta instalación, siete más que el año anterior. Un dato que «es uno de los testigos más fiables para verificar la importancia del número y su aumento», sostienen.

La casa de los niños

Los juzgados de Calahorra y Haro normalmente se desplazan hasta Logroño para realizar en la capital esos interrogatorios y por eso, la Fiscalía considera oportuno analizar la conveniencia de crear salas similares en ambas localidades. No obstante, estaría condicionado a la decisión que adopte el Gobierno de La Rioja sobre la puesta en marcha en esta comunidad del proyecto Barnahus, un modelo auspiciado por la organización Save the children.

Las 'casas de los niños' –traducción de la palabra islandesa Barnahus– es un modelo de atención integral donde todos los departamentos que intervienen en un caso de abuso sexual infantil se coordinan y trabajan bajo el mismo techo para atender al niño o niña víctima. Se trata de una casa, lejos de comisarías y hospitales, que cuenta con un entorno amigable para los niños: decoración adaptada a su edad y profesionales especializados en victimología infantil. Este modelo, pone al niño en el centro para que no tenga que desplazarse en los diferentes servicios implicados en el caso, ni repetir tantas veces su historia. En lugar de ir a comisaría a prestar declaración, el niño o la niña acude a Barnahus donde se le hace directamente una entrevista forense que es grabada y todos los actores involucrados en el caso la ven por circuito cerrado. La grabación de la entrevista forense permite recoger el testimonio de la niña o el niño lo antes posible, lo cual facilita su recuperación y evita que tenga que ir al juicio oral.

En España, el primer proyecto de casa Barnahus nació en 2018, aunque no entró en funcionamiento hasta marzo de 2023. Entonces se puso en marcha el primer centro en Tarragona. Actualmente hay trece Barnahus en Cataluña pero muchas comunidades autónomas están trabajando para implementar este modelo como Andalucía, Cantabria, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, País Vasco, Islas Baleares y Navarra. También el año pasado, responsables de este modelo se trasladaron a La Rioja para explicar el proyecto.