Von der Layen y Trump celebran el acuerdo arancelario Reuters

Las exportaciones riojanas a Estados Unidos caen el 9,5% durante el primer semestre de 2025

La incertidumbre de los aranceles y la imposición en abril de una tasa general del 10% hacen mella en el mercado

Pío García

Logroño

Martes, 26 de agosto 2025, 07:20

Pese a la retórica triunfalista de los portavoces comunitarios, la negociación de la Unión Europea con Trump acabó en una dolorosa derrota. Las negociaciones que ... pretendían al menos librar al vino de los aranceles –una medida vital para los países mediterráneos– acabaron sin resultados visibles y el 1 de agosto la Casa Blanca anunció ufanamente, con su retórica infantil de visera y eslogan, la implantación de unas tasas del 15% para casi todos los productos europeos. Los temidos aranceles entraron en vigor el 7 de agosto, aunque quedaron exentas las mercancías expedidas antes de esa fecha que llegaran al mercado estadounidense antes del 5 de octubre. El golpe para las exportaciones europeas amenaza con ser de aúpa, pero tampoco son buenas las perspectivas para la economía estadounidense.

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Más allá de las hipótesis, se requerirá tiempo para evaluar con cifras los resultados reales de esta política proteccionista. «El impacto se medirá en el largo plazo», advierte Sheila Argaiz, responsable de Internacionalización de la Federación de Empresarios de La Rioja. «Hemos vivido una época muy grande de incertidumbre que, con la personalidad de Trump, ni siquiera ahora podemos dar por cerrada. Lo que está claro es que algún impacto va a tener», advierte.

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Los datos provisionales de comercio exterior en el primer semestre del año 2025, que acaban de ser publicados, dan una pista de por dónde pueden ir los tiros. En los seis primeros meses del año, aunque todavía no se habían adoptado los aranceles del 15%, las relaciones internacionales estuvieron marcadas por la zozobra, con amenazas incluso de llegar a una tasa del 200% para productos como el vino europeo, lo que hubiera supuesto su expulsión automática e irremediable del mercado estadounidense. El panorama pareció aclarase un poco el 2 de abril, cuando Trump, en el llamado 'Día de la Liberación', anunció una tasa general mínima del 10%. Para la UEesa cifra se subía hasta el 20%, aunque el incremento dejaba en pausa mientras se negociaba contra el reloj.

El impacto de estas primeras medidas se aprecia en las exportaciones. Las mercancías expedidas desde La Rioja hacia los Estados Unidos han caído –en valor– el 9,55% con respecto al mismo periodo del año anterior y casi un 15% menos que en los dos ejercicios precedentes. Si en 2024, se alcanzaban los 59,99 millones de euros, en 2025 esa cifra se había recortado hasta los 54,26 millones. Es la cifra más baja de la última década, excepción hecha del año 2021, que marcó un mínimo insólito (50,09 millones). El tiempo dirá si esto es solo un aperitivo de lo que viene o una caída provisional motivada por un escenario inestable.

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Aunque su peso en las exportaciones riojanas es abrumador, no solo el sector del vino padecerá los arreones proteccionistas del presidente Trump. Las bebidas suponen casi el 50% de las ventas riojanas a Estados Unidos, aunque también resulta relevante el volumen de conservas, tanto de carne o pescado (el 13%, más de 7 millones de euros) como de fruta o verdura (el 6,6%, unos 3,6 millones de euros). El calzado y la madera (muebles), si bien en menor medida, se verán asimismo afectadas. «Las empresas con exposición muy alta en los Estados Unidos no van a abandonar ese mercado –explica Argaiz–. No será la misma la estrategia para una bodega que vende el 5% en aquel país que para otra que distribuye allí el 50% de su producción».

«Esto supone un cambio profundo en las reglas del juego»

«Habrá que esperar para tener una foto ajustada de cuál va a ser el impacto de los aranceles», reitera Sheila Argaiz, responsable de Internacionalización de la FER. Estados Unidos no es un mercado del que muchas empresas puedan prescindir alegremente, así que algunas optarán por reforzar su acción comercial. Encontrar mercados alternativos exige paciencia, tiempo y dinero, y no siempre es posible. «Se va a reconfigurar el mercado a nivel mundial –expone Argaiz– porque esto supone un cambio profundo en las reglas del juego». Salir de esta colisión con heridas más o menos graves dependerá en buena medida de cómo actúe la Unión Europea. «Habrá que explorar, desde la UE, los acuerdos comerciales con otros mercados. Y, sobre todo, reforzar aún más el mercado interior, eliminando muchas barreras burocráticas. La Comisión es consciente del problema que tiene Europa: somos un gigante económico pero con los pies políticos de barro», concluye. Por el momento, y aunque no conviene confundir los movimientos ocasionales con las tendencias, en el primer semestre de 2025, al tiempo que bajaba la exportación a Estados Unidos crecía de manera muy notable (un 32%) la venta de productos riojanos a Canadá, cuyo valor alcanzó los 17,8 millones de euros.

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