Una enfermera se dispone a realizar una prueba diagnóstica de COVID-19 a un posible paciente contagiado, en el parking del CIBIR. Miguel Herreros

La situación epidemiológica riojana es la que más ha empeorado en España desde el 'puente'

El incremento regional en las incidencias del COVID-19 quintuplica en los últimos 14 días el repunte nacional

Sábado, 13 de noviembre 2021, 01:00

A La Rioja no le sientan bien las festividades, al menos desde que el estallido del SARS-CoV-2 puso patas arriba la ya olvidada ... vieja normalidad. A solo tres semanas del 'acueducto' de diciembre y a mes y medio de las Navidades, la región vuelve a pagar algunos excesos y la relajación.

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La factura del último 'puente', el de Todos los Santos y las celebraciones previas de Halloween, no parece barata: 14 días después La Rioja tiene el dudoso honor de ser la comunidad con el mayor empeoramiento del país en la situación epidemiológica, dos semanas en las que el repunte del virus no ha dejado de acelerar en España, con un incremento en las tasas de incidencia nacional que en el caso riojano se quintuplican.

Hace solo tres semanas, La Rioja miraba con esperanza al futuro inmediato, el salvoconducto hacia la nueva normalidad estaba al alcance de la mano con una incidencia acumulada a 14 días de 25,94 (el nivel cero se fija en 25) y la semanal en 13,13, a poco más de tres puntos de la frontera. El sueño se desvaneció pronto y hoy la inquietud vuelve a acaparar los registros estadísticos ante la posibilidad de una sexta ola, de momento incapaz de traspasar la barrera tejida por una alta cobertura vacunal alcanzada, aunque aún a falta de remachar.

En vísperas del 'puente' de Todos los Santos, la situación de La Rioja era envidiable, con 31,57 de incidencia acumulada a 14 días, la tercera más baja del país, y 16,57 en la semanal, la cuarta mejor, la brecha con la media nacional (49,86 y 24,31) y, sobre todo, con el entorno cercano –País Vasco (80, 48 y y 40,04), Navarra (78,65 y 41,14) o Aragón (65,97 y 28,43)– se presentaban como una garantía de éxito, que se ha esfumado a la primera ráfaga. Hoy la comunidad presenta ya la sexta peor tasa de incidencia acumulada a 14 días, 82,52, tras un incremento desde el 29 de octubre (31,57) del 161,39%, que multiplica por cinco el del conjunto del país, fijado en el 34,52%, tras escalar su indicador de 49,86 a 67,07 casos por 100.000 habitantes. Y lidera el agravamiento de la radiografía epidemiológica estatal, muy por encima de regiones, de momento todavía con peores tasas, como las cercanas Navarra (146,7) tras un incremento del 86,52%; País Vasco, 131,1 (+62,90%) y Aragón, 111,71 (+69,33%). El margen para el optimismo parece, además, escaso, a tenor de la incidencia a siete días, con un escandaloso aumento en La Rioja desde las vísperas del 'puente' del 230,11% (de 16,57 a 54,70 casos por 100.000 habitantes), cinco veces superior al nacional, del 58,62 (de 24,31 a 38,56) y a los del entorno: el indicador navarro ha escalado en ese periodo de 41,14 a 97,10 (136,02%); el vasco, de 40,04 a 81,92 (104,60); y el aragonés, de 28,43 a 67,10 (136,02%).

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Esto no se ha acabado, ayer Salud notificó al Ministerio de Sanidad otros 33 contagios (39.946 totales) y la tasa de incidencia a 14 días volvió a crecer, a 88,46 (+5,94) frente al 71,50 del país. La semanal riojana repitió dígitos, 54,70 frente a los 41,22 de la nacional.

La cifra global de los hospitalizados por COVID se ha triplicado en dos semanas

El repunte pandémico no ha pasado desapercibido tampoco en el ámbito sanitario, donde la cifra de hospitalizados por COVID-19 se ha triplicado a lo largo de las dos últimas semanas. Sin novedad en las últimas 24 horas, el número de pacientes ascendía ayer a 25 cuando el viernes 29 de octubre, en vísperas del 'puente', era de solo 8. Ayer permanecían 16 en planta (3 hace dos semanas) –13 en el San Pedro y 3 en la Fundación Hospital de Calahorra– y 9 en la Unidad de Críticos, un servicio que una quincena atrás solo atendía a 5. Tras reducir su cifra de pacientes por COVID a solo 3 a finales de septiembre, el servicio ha sufrido un constante aunque leve incremento en la presión asistencial hasta alcanzar la actual tasa de ocupación del 20,93%, que ha vuelto a elevar su indicador semafórico al nivel 3, riesgo alto.

Con todo, la peor noticia ha llegado con la alteración de la estadística más dramática, la de las víctimas mortales. Tras 41 jornadas sin muertes por COVID, desde el 24 de septiembre, la región ha sumado en estas dos semanas dos fallecimientos más, los días 7 y 10 de este mes, que elevan el total durante la pandemia a 825.

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