Cinco horas sin Mario
El ya exdirector general esperó 300 minutos para dar una dudosa y vaga explicación de un accidente que no ha aclarado un mes después
Los hechos que no han precipitado pero sí han conducido hacia la dimisión al ya exdirector general Mario Herrera en una cómoda velocidad de crucero ... comenzaron en una hora incierta de la madrugada del primer día del año. Un vecino de la zona de urbanizaciones en torno al campo de golf, en Sojuela, alertó al SOS Rioja de un fuerte estruendo. Nada más se supo hasta que poco antes de las diez de la mañana de Año Nuevo un conocido tuitero, Alvise Pérez, al que muchos llaman el azote de la izquierda, aseguraba en redes sociales que el director general de Participación de La Rioja había estrellado su coche contra un árbol en Sojuela. A los pocos minutos comenzaron a circular las fotos de un siniestro del que nadie tenía constancia, salvo sus protagonistas.
La oleada de rumores, que cada vez cobraban más fuerza, y las verosímiles imágenes del siniestro obligaron a los agentes del sector de Tráfico de la Guardia Civil a acudir a la zona en busca de un vehículo empotrado contra un árbol. Y allí estaba el BMW X3 de Mario Herrera, abandonado en la calle Los Pinos de Sojuela, con dos de sus cuatro ruedas sobre el asfalto y a apenas unos metros de una curva.
Entretanto, el alto cargo de la Consejería de Podemos no daba señales de vida y el director de Comunicación de su departamento, Fran Casamayor, aplazaba una respuesta que no llegó hasta cerca de las 15 horas. Herrera –dijo Casamayor– había sufrido un accidente al trasladar a un amigo a urgencias después de que este sufriera una fractura al jugar con uno de sus perros. Al parecer, su BMW había patinado al circular sobre una placa de hielo.
Sobre la hora del siniestro, la dirección de Comunicación explicaba a este medio que se había producido más allá del toque de queda, que esa noche se prorrogó hasta la 1.30, aunque la urgencia lo justificaba.
Habían pasado cinco horas desde que Alvise destapara el suceso en Twitter, las mismas que necesitó Mario Herrera para dar una poco convincente explicación de lo ocurrido en la misma red social. A las 15.13 escribió: «Anoche tuvimos mala suerte: un amigo tuvo un accidente doméstico en mi casa jugando con mis perros, y al llevarle al hospital tuvimos un pequeño golpe con el coche».
La Delegación del Gobierno, casi al mismo tiempo, confirmaba que Herrera era propuesto para sanción «por no señalizar el vehículo accidentado» y por «distracción en la conducción».
Tras cinco horas sin Mario y después de 27 días en los que todos los partidos, incluido Podemos, han reclamado su cese, el propio protagonista escribió este miércoles las últimas líneas de esta rocambolesca historia presentando su dimisión, pero por «amenazas», dice. Del siniestro, ni palabra. Mutis por el foro.
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