Beber agua, evitar el alcohol, buscar la sombra y comidas ligeras, la receta para combatir el calor
Los más vulnerables son los mayores con enfermedades crónicas y los bebés
Aunque de sobra conocidas, nunca está de más recordar cuáles son los mejores hábitos para hacer más llevadores los días de temperaturas extremas y evitar que puedan dañar la salud. Las recomendaciones, explica Eva Martínez Ochoa, directora general de Salud Pública, vienen recogidas en el Plan nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperatura sobre la salud, que todos los años está vigente desde el 16 de mayo hasta el 30 de septiembre.
Entre otras medidas, se recomienda beber agua y líquidos con frecuencia, «aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad física que estemos realizando cuando tengamos altas temperaturas». También es importante evitar bebidas con cafeína, alcohol o bebidas muy azucaradas «porque pueden favorecer la deshidratación», señala.
Es muy importante permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra, en lugares climatizados y, por supuesto, «refrescándonos cada vez que lo necesitamos». La actividad física hay que reducirla en la medida de lo posible y en cuanto a los deportes al aire libre, evitar realizarlos en las horas centrales del día. Utilizar ropa ligera y holgada que permita la transpiración también ayuda, lo mismo que hacer comidas ligeras, como ensaladas, frutas, verduras, zumos, que son los que ayudan a reponer las sales perdidas por el sudor. Por último, recomiendan mantener los medicamentos en lugares frescos para que no se altere la composición y sus efectos.
Además, es muy importante prestar especial atención a las personas más vulnerables, como pueden ser los bebés y los menores más pequeñitos, «porque todavía no se mueven mucho y no tienen la capacidad de quejarse y de sentir y de manifestar que sienten calor», detalla Martínez Ochoa. Lo mismo ocurre con las personas más mayores, porque notan menos las diferencias de las temperaturas. En la lista a estar más observantes están también las personas con deterioro cognitivo, las embarazadas, los que tienen una enfermedad crónica, los que sufren obesidad mórbida, las personas que en aislamiento social y los que trabajan en exteriores.